
Los grandes telecos europeas parecen contagiadas por la misma tendencia: ofrecer a sus clientes las llamadas sobre 4G, también conocidas como VoLTE (Voice over LTE). En las últimas semanas han incorporado estas mejoras Deutsche Telekom, Telecom Italia y Telenor, para así ponerse a la altura de Bouygues, O2 Alemania, Vodafone Alemania y Vodafone España.
En tan selecto grupo por ahora se echa en falta a Movistar y Orange España. Sin embargo, las dos compañías tienen en la recámara la voz sobre 4G, pero sin fechas de lanzamiento inmediatas. Según explican fuentes del sector, ambos estudian presentarlo cuando crean conveniente, sin fijarse plazos concretos, pero será en los próximos meses, a lo largo de este año. No es el caso de Vodafone España, que ya se adelantó y ofrece ese tipo de prestaciones desde el pasado verano.
El próximo gran operador que se sumará al fenómeno será Orange Francia. Así lo ha confirmado, Stephane Richard, consejero delegado del Grupo Orange, quien precisó que VoLTE "llegaría muy pronto" a la filial gala, presumiblemente a finales de enero. Alemania lleva la delantera al resto de sus vecinos, ya que los tres principales operadores germanos tienen esta tecnología operativa desde el pasado año.
Telecom Italia anunció las pasadas navidades la puesta en marcha de VoLTE, allí bautizado Voce 4G en seis grandes ciudades. En esos casos, el operador transalpino ofrece velocidades de conexión descendentes de 300 Mbps, gracias la agregación simultánea de tres bandas distintas (800, 1.800 y 2.600 MHz). En Estados Unidos, el operador AT&T ha desplegado la cobertura de voz sobre 4G en la práctica totalidad del país.
El VoLTE es una de las novedades tecnológicas más relevantes del año. Entre otras ventajas, el estándar mejora de forma extraordinaria la calidad de la voz en las llamadas de móvil, a la vez que reduce a la mitad el tiempo del establecimiento de llamada, por lo que la espera de los usuarios desde el momento que marcan hasta que se produce la señal de llamada pasa de seis o siete segundos a solo dos o tres segundos. Además, la tecnología reduce el consumo de batería de los móviles.
Por lo general, los smartphones de la población urbanita suelen estar conectados a las redes 4G de forma permanente, para así disponer de la mejor banda para el tráfico de datos. Sin embargo, cada vez que los usuarios realizan o reciben una llamada, la conexión del móvil migra a las frecuencias de 2G o 3G, con el consiguiente gasto energético añadido que ello ocasiona.
El gran obstáculo
El gran obstáculo de la tecnológica VoLTE es la interoperabilidad, es decir, la capacidad para que puedan conectar usuarios de diferentes compañías. De esa forma, Vodafone España solo puede utilizar por ahora el estándar en las comunicaciones entre sus propios usuarios, y únicamente entre aquellos que dispongan de terminales preparados para ello. Es decir, entre equipos de alta gama como Samsung Galaxy S5, S6 y S6 Edge, el Lumia 950 y 950 XL, el LG G4, los Sony Xperia Z3, Z3 Compact, Z5, Z5 Compact y Z5 Premium.
Hasta la fecha, y salvo ilustres excepciones, los operadores europeos no se han sentido apremiados por incorporar la tecnología VolTE en sus redes, porque el servicio no proporciona ingresos añadidos al ofrecerse a los abonados siempre de forma gratuita.