
De todos es sabido que cuando una nueva tecnología aterriza en el mercado, el precio de convertirse en un early adopter, siendo los primeros en llevárnosla a casa nunca es asequible. Es exactamente lo que ha ocurrido con Oculus Rift, uno de los dispositivos pioneros de la realidad virtual que llega para quedarse esta primavera.
El set de gafas, para el que será necesario un PC con componentes valorado en unos 1.000 euros, ya se puede reservar en España por 699 euros (gastos de envío desde Estados Unidos a parte), llegando las primeras unidades a sus destinatarios a comienzos del próximo abril.
Si pese al sorprendente precio de lanzamiento de este dispositivo centrado en reproducir videojuegos estáis pensando en reservarlo, anticipar que las reservas ya están agotadas (en los primeros 15 minutos). Aunque las gafas de RV de la compañía ahora propiedad de Facebook no son lo único a lo que hay que estar atentos; Sony se guarda muy bien en la manga el precio final de su propio dispositivo de realidad virtual: PlayStation VR, que funcionará exclusivamente con PS4. La consola de nueva generación ha superado los 35 millones de consolas vendidas estas navidades, una baza ganadora para este nuevo periférico, del que ya se conocen todas las especificaciones.
Tras la confirmación del precio final de Oculus Rift en CES 2016, todo parecía indicar que Sony movería ficha contraatacando con PlayStation VR, pero finalmente no ha sido así. Kaz Hirai, presidente de la compañía, ha afirmado en declaraciones que el evento que se está celebrando esta semana en Las Vegas no es el más adecuado para definir el precio de un dispositivo centrado exclusivamente en videojuegos como es PlayStation VR. Tras dejar pasar la oportunidad de anunciar precio en el pasado PlayStation Experience 2015 de diciembre y en CES 2016, las miradas se sitúan en la próxima GDC de marzo o incluso en el E3 de junio, la feria de los videojuegos más importante del mundo.
Aunque el precio definitivo de PlayStation VR es una incógnita, algunos analistas del sector lo sitúan algo por debajo de Oculus Rift, entre 400 y 600 euros. La diferencia con el dispositivo de Facebook es que con el de Sony solo será necesario tener una PS4 (estas navidades su precio bajado hasta los 299), además de que muchos de los títulos que hay en desarrollo para PlayStation VR serán exclusivos. Pese a que es muy pronto para hacer estimaciones, los analistas de SuperData Research se atrever a pronosticar que el dispositivo podría rozar este año los 2 millones de unidades vendidas.
Todavía hay muchas incógnitas alrededor de la implantación de esta tecnología; ¿cuanto tardará en abrazarla el gran público? ¿conseguirán los fabricantes el apoyo de las grandes desarrolladoras para dar continuidad a sus dispositivos? Al menos parece que al igual que ocurrió tras el lanzamiento de las actuales consolas de nueva generación, el primer año será un campo de pruebas para tomar el pulso a los jugadores y al propio mercado.