
La entidad española ha invertido un total de 68 millones de euros en la compra del 29,5% de la startup Atom Bank, convirtiéndose en una de las operaciones tecnológicas europeas más importante de los últimos meses.
Fundada en Reino Unido, Atom Bank surgió con el objetivo de ofrecer servicios bancarios únicamente a través del teléfono móvil. Debido a la transformación tecnológica que está llevando a cabo el BBVA, el segundo mayor banco español ha querido ser partícipe del modelo de negocio que caracteriza a la startup británica. Se trata de una inversión orientada para conocer y aprender los nuevos modelos de negocio que pueden poner en peligro las funciones tradicionales del sector financiero.
El proyecto de Atom se caracteriza por ser un banco que no dispone de sucursales, ni cuenta con empleados y tampoco tiene clientes. A partir de 2016, la entidad ya podrá operar en el mercado británico tras la concesión del Banco de Reino Unido el pasado mes de julio de la licencia que le permite trabajar. Además, la compañía prevé para 2018 salir a bolsa y desde su creación ha levantado capital por un total de 135 millones de libras.
La compra de Atom Bank ha generado una gran sorpresa en el sector financiero, puesto que es una desconocida startup que apenas cuenta con un año de vida. También hay que añadir que se trata de un claro competidor de los bancos. Sin embargo, está previsto que el proyecto británico se convierta en uno de los más destacados en cuanto al sector fintech, el cual se rige por los servicios bancarios que ofrecen las empresas tecnológicas.