
Reino Unido ha anunciado nuevos planes para aumentar su poder de vigilancia en Internet, incluyendo el derecho a identificar qué páginas web visita cada usuario, una medida que considerada vital por lo ministros para mantener seguro al país pero que ha despertado las críticas de buena parte de los internautas ya que lo consideran un ataque a las libertades.
La secretaria del Interior, Theresa May, ha dicho a los legisladores que el nuevo documento no tiene precedentes al detallar qué pueden hacer los espías y cómo serán supervisados. "Tendrá la salvaguarda y las medidas de supervisión más fuerte", ha agregado, al tiempo que asegura que "dará a los hombres y mujeres de nuestras agencias de seguridad y de Inteligencia (...) los poderes que necesitan para proteger al país".
Los proveedores de servicios de comunicación podrán ser requeridos para que guarden durante un año los datos de navegación por Internet de sus clientes. May ha asegurado que muchas de las medidas de la nueva ley solo actualizan poderes existentes o los explican.
El acceso de policías y espías al uso en la web se limitaría a "historiales de conexión a Internet", es decir, qué sitios web visitaron las personas, aunque May explica que se trata de una medida que no revela exactamente qué páginas en particular ni su historial de navegación al detalle.
"Un historial de conexión a Internet es un historial del servicio de comunicaciones que usó una persona, no de cada página web a la que accedió", ha indicado May. "Se trata simplemente del equivalente moderno de una cuenta telefónica detallada", ha apostillado.
El proyecto también fija obligaciones explícitas a los proveedores de servicios para que ayuden a interceptar datos y a hackear dispositivos sospechosos. Asimismo, los espías podrán realizar "interferencias de equipos", es decir, podrán hackear o llevarse el ordenador o el teléfono de una persona para acceder a sus datos.
Amnistía Internacional ha alertado de que estos poderes "harán que el Reino Unido esté más cerca de convertirse en un estado vigilante" y Shami Chakrabarti, directora del grupo de libertades civiles Liberty, ha afirmado que es "un impresionante ataque a la seguridad en Internet de todo hombre, mujer y niño".