
SpaceIL, una ONG respaldada por la Agencia Espacial Israelí, ha contratado ya a SpaceX como transportista en su carrera por poner un robot en la luna. Intentará así ganar el Google Lunar XPrize, una competición patrocinada por el gigante de internet que ganará quien, utilizando sólo fondos privados, consiga poner su pica en el único satélite natural de la Tierra.
Para llegar allí donde hasta ahora sólo habían llegado las agencias públicas de Estados Unidos, la Unión Soviética y China, esta alianza utilizará el cohete Falcon 9. SpaceIL se convierte así en el primero de los 16 equipos que participan en la competición en confirmar que cuenta con un medio de transporte.
Ahora sólo queda lo más difícil: terminar la fase de desarrollo de un microsatélite robot de 100 kilogramos que sea capaz de orbitar en torno a la luna, tocar su superficie, y enviar fotografías y vídeo en directo de la hazaña.
El premio no será sólo el orgullo: SpaceIL o quien consiga cumplir con las condiciones impuestas por Google recibirá a cambio 30 millones de dólares, que la ONG israelí prevé donar a proyectos educativos.
El Google Lunar XPrize fue anunciado por el gigante de internet en septiembre de 2007, y el 31 de diciembre terminará de 2016 el plazo para sumarse a la competición. Sólo un año después terminará el concurso, que ganará quien primero llegue a la luna, y que quedaría desierto en caso de que nadie lo consiga.