Tecnología

Un láser de 50 euros frena en seco el coche robótico de Google

  • Un puntero comercial y una Raspberry son todo el hardware necesario
  • Permite 'dibujar' objetos inexistentes ante él y obligarle a detenerse
Feo... y ciego: con menos de lo que cuesta un juego de consola se puede detener al vehículo.

Soñando con que el ordenador sea quien conduzca en las largas horas que el estadounidense medio pasa en su coche cada día para ir a trabajar, el coche de Google había despertado enormes expectativas. Sin embargo, un láser casero de apenas 50 euros podría poner en aprietos el proyecto estrella de la gigantesca multinacional.

Conforme ha demostrado Jonathan Petit, un investigador especializado en seguridad informática, cualquiera puede atacar los sensores de coches como el que prepara Google y dejarlos inservibles, noqueados en mitad de la calle y sin saber por dónde seguir.

Petit señala que el láser le sirve para crear objetos fantasma, que proyecta frente al coche de Google. Y el vehículo, que ha sido diseñado para detenerse ante cualquier obstáculo, no sabe hacer otra cosa que frenar en seco ante el eco láser de un perro o un muro que no existen más que en forma de ondas luminosas.

Fantasmas en la carretera

"Puedo simular miles de objetos (a la vez) y, básicamente, lanzar un ataque de denegación de servicio en el sistema de seguimiento (del coche de Google), de manera que sea incapaz de identificar los objetos reales" y de diferenciarlos de los virtuales señala Petit a IEEE Spectrum.

Para crear esas sombras, Petit usa una fuente de luz de láser disponible en el mercado, "una especie de puntero", y un micrordenador que lo controla: "lo puedes hacer fácilmente con una Raspberry Pi o una Arduino, está realmente al alcance de cualquiera", precisa Petit.

El investigador, que ha remitido el estudio en el que demuestra la vulnerabilidad de coches como el de Google a la próxima conferencia de ciberseguridad Black Hat, señala que eligió atacar los sensores porque "son el punto donde comienzan los inputs de información al vehículo; si el coche autónomo tiene inputs de mala calidad, tomará decisiones de mala calidad".

Ecos de obstáculos

El mecanismo de los sensores de los coches como el de Google se basa en el uso de la luz de láser como si fuese el eco de un sónar: el coche emite un pulso de luz, espera a que su reflejo vuelva, e interpreta los resultados en función del tiempo que tardan en rebotar y la intensidad de la luz, creando una especie de imagen en tres dimensiones del espacio que tiene delante.

Petit cuenta que sólo tuvo que mirar a uno de esos sistemas lidar -neologismo formado a partir de "luz" y "radar"-. Una vez que comprendió su funcionamiento, sólo tuvo que sincronizar la emisión de sus falsos ecos de lidar con la recepción de los impulsos procedentes del coche... y listo.

El descubrimiento de este investigador se une a los realizados por otros equipos que, hasta la fecha, han consegido engañar al coche autónomo con métodos tan variados como hackear la señal WiFi procedente de las ruedas del vehículo para acceder a su sistema de mando o simular señales de GPS incongruentes que inutilizan su sistema de navegación por satélite.

Todos estos hallazgos podrían poner en solfa el futuro comercial del coche de Google, un proyecto en el que la multinacional ha invertido decenas de millones de dólares y que -asegura la multinacional- debería estar en el mercado tan pronto como 2017.

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