
El FBI estadounidense ha confirmado esta semana lo que era un secreto a voces: cuenta con un pequeño ejército de aviones a su disposición que utiliza para realizar seguimientos electrónicos desde el aire, lo que le permite interceptar todo tipo de comunicaciones.
Para ocultar sus operaciones, la policía federal cuenta, como la CIA, con un abanico de empresas pantalla que simulan ser compañías normales, y que son las encargadas de fletar los vuelos espía a todas partes del país.
El propio FBI, que hasta ahora nunca había confirmado la existencia de esta flotilla, se ha encargado ahora de reconocer que los extraños patrones de vuelo observados en decenas de ocasiones con servicios de seguimiento gratuito en la red como FlightRadar24, y que están al alcance de cualquier usuario, son en realidad misiones de espionaje en suelo estadounidense.
El cuerpo policial especifica además que las misiones de suelen incluir la interceptación de llamadas de telefonía móvil y que, por lo general, nunca cuentan con autorización judicial.
identificar a centenares con una pasada
Para hacerse una idea de lo frecuentes que son estos vuelos, en los que una avioneta convencional equipada con todo tipo de elementos de guerra electrónica circula durante horas sobre la localización a vigilar, basta con examinar los datos revelados por la agencia AP: en 30 días, la agencia sobrevoló hasta 30 ciudades, pertenecientes a 11 estados diferentes.
Conforme a los datos revelados ahora, el FBI utiliza al menos 13 compañías pantalla, con nombres tan anodinos como FVX Research, KQM Aviation, NBR Aviation o PXW Services.
Los vuelos espía del FBI han sido reportados con una frecuencia creciente, y de hecho a comienzos del mes pasado el diario The Washington Post revelaba cómo el gobierno de Washington estuvo utilizando sus avionetas sobre la ciudad de Baltimor incluso varios días despúes de que cesasen los disturbios raciales.
Otra de las utilidades de estas avionetas es así más inquietante si cabe: puede identificar a todos los usuarios en su zona de cobertura, con una sola pasada, a partir de los teléfonos móviles que llevan (y aunque no los estén usando).
Se desconoce el número exacto de aparatos que está volando ahora mismo el FBI, pero algunos documentos publicados parcialmente por las autoridades de Estados Unidos hablan de más de un centenar.