Dicen que el sexo vende, de ahí que Oculus VR, la compañía de realidad virtual adquirida por Facebook y que tiene previsto lanzar su primer dispositivo de consumo masivo a la venta el año que viene, no cerrará la puerta a la industria del porno. Según dejó claro su fundador, Palmer Luckey, durante la Conferencia de Realidad Virtual, celebrada en San José, California, "la plataforma es abierta, nosotros no controlamos el tipo de software que puede funcionar en el dispositivo".
Luckey ofreció esta respuesta al ser preguntados sobre si su dispositivo bloqueará contenido pornográfico o aplicaciones relacionadas con el sexo. Lo que sí ocurrirá, según indican los expertos y el portal Venture Beat, es que las aplicaciones que se vendan a través de la tienda online de Oculus tendrán que someterse al escrutinio de Facebook, que cuenta con restricciones a la hora de publicar contenidos que incluyan desnudos.
Dicho esto, las aplicaciones que se distribuyan por otro tipo de canales no tendrán que pasar por la censura de Mark Zuckerberg y sus chicos abriendo así un importante campo para la industria pornográfica. De hecho, este sector subido de tono ya está familiarizado con la realidad virtual en busca de ofrecer a su consumidor una experiencia mucho más cercana a la realidad. Muchas compañías ya ofrecen renderizaciones de películas en 3 dimensiones.
No debe sorprender que Oculus no cierre la puerta del todo a esta atractiva industria ya que otros fabricantes de videoconsolas como Microsoft, Sony o Nintendo tampoco lo hacen. Al menos de forma explícita. "Estamos en Xbox, Playstation y Nintendo. Todas estas compañías afirman que no quieren pornografía en sus contenidos pero obviamente ahí estamos", afirmaba al Daily Dot, Rebecca Bolen, directora de marketing de SugarDVD. "No quieren asociar sus marcas publicamente con esta industria pero están contentos a la hora de recaudar dinero a nuestra costa", señalaba.
