Torrequebradilla, en Jaén, se ha convertido en el primer pueblo de España -y quizá del planeta- en contar con réplicas digitalizadas, y posteriormente impresas en tres dimensiones y en miniatura. Se podría decir que el pueblo entero se ha duplicado.
El primer paso para esta peculiar iniciativa ha consistido en escanear, una a una, a todas las personas que residen en esta población. Para ello se usa un escáner en tres dimensiones que registra todas las características físicas de cada habitante, hasta completar los 372 de Torrequebradilla.
El siguiente paso consiste en pasar ese modelo digital, que sólo existe en el interior de los ordenadores, a un objeto material. Y es ahí donde entra en liza la impresión en tres dimensiones: una técnica que consiste en usar impresoras que en lugar de tinta utilizan materiales plásticos, y que en lugar de imprimir sobre folios sucesivamente, acumulan capas horizontales una encima de otra, hasta completar la figura deseada.
Una vez más, el proceso ha de repetirse persona a persona, para cada una de las réplicas en miniatura, de 12 centímetros cada una. Hecho esto, se puede decir, con total rigor, que Torrequebradilla ha sido duplicada al completo.
