Tecnología

Cuando la orina y las heces se convierten en generadores de luz y agua potable

El dispositivo microbiano de los urinarios. UWE.

Luz y agua, dos recursos básicos para vivir y hacer una vida normal que, sin embargo, no llegan, ni mucho menos, a todo el mundo. En 2013, según la ONU, 768 millones de personas que no tenían acceso a agua potable. Lo mismo ocurre con la electricidad, un problema especialmente grave cuando se trata de zonas que han sufrido algún tipo de catástrofe. La solución se nos está escapando, literalmente, por la taza del váter.

Y es que un grupo de estudiantes de Reino Unido han desarrollado un sistema que genera electricidad a partir de unos microbios que se alimentan de la orina. El urinario que han inventado genera energía suficiente con el uso para iluminar la bombilla de la propia habitación.

Este invento podría suponer un importante paso en los hogares del primer mundo, e incluso en instalaciones públicas o grandes edificios, como centros de convenciones que reciben millones de visitantes (con sus inevitables necesidades fisiológicas). Esta tecnología es tan verde como parece, ya que "no se necesita utilizar combustibles fósiles y se está utilizando con eficacia un producto de desecho que existe en abundancia", ha explicado a Mashable el profesor y director del Centro de Bioenergía de Bristol, Ioannis Ieropoulos.

Ieropoulos afirma que el desarrollo de estos inodoros tiene como principal objetivo servir en campamentos de refugiados y zonas que han sufrido algún tipo de catástrofe. "Si pudiéramos iluminar el área alrededor de los inodoros, estaríamos consiguiendo que fuese más seguro para ellos para ir al baño", ha apuntado la jefa de Agua y Saneamiento de Oxfam, Andy Bastable.

El agua y la luz con desechos de Bill Gates

Precisamente, hace algunas semanas, el cofundador de Microsoft, Bill Gates, presentó una máquina capaz de transformar las heces humanas en agua potable y electricidad.

La máquina es capaz de extraer el agua de los desechos humanos a través de un proceso de secado. A continuación los desperdicios secos se queman para generar vapor y éste es el que produce la energía eléctrica. Mientras, el agua extraída durante el proceso de secado se filtra y se limpia para que sea segura para beber.

Según los datos que maneja la fundación de Gates, al menos 2.000 millones de personas en todo el mundo no tiene acceso a condiciones higiénicas adecuadas. En este sentido, la máquina es capaz de gestionar los residuos de una comunidad de 100.000 personas, produciendo hasta 86.000 litros de agua al día y 250 kw de electricidad.

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