
La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA en sus siglas en inglés) ha confirmado hoy su decisión final sobre el uso ilimitado de dispositivos electrónicos a bordo de los aviones, levantando cualquier restricción por motivos de seguridad y dejando a las aerolíneas la decisión final de permitir o no que los viajeros utilicen el móvil para, por ejemplo, comprobar el correo electrónico durante un despegue.
El pasado año la EASA ya había autorizado a las compañías aéreas a que, si lo estimaban oportuno, permitiesen a los viajeros usar móviles, tabletas o ordenadores durante la práctica totalidad del vuelo, pero siempre que éstos permaneciesen en "modo vuelo", sin transmitir ni recibir datos.
"La EASA ha estado trabajando para autorizar a las aerolíneas a que permitan el uso de estos dispositivos electrónicos con una libertad comparable a otros medios de transporte, como por ejemplo los trenes", señala la agencia.
EASA recuerda a los viajeros que la decisión final está siempre en manos de las compañías y que, en todo caso, la tripulación podrá ordenarles en cualquier momento que apaguen y guarden los dispositivos electrónicos.
Que los móviles puedan permanecer conectados no significa, sin embargo, que los viajeros vayan a poder hablar sin problemas. Según la EASA, las llamadas serán técnicamente posibles "sólo si la aeronave está certificada y equipada para canalizar esas conexiones".