
E-Fan, el avión eléctrico que Airbus está desarrollando en sus instalaciones de Francia, ha dejado de ser un diseño conceptual y ha demostrado su viabilidad técnica con su bautismo aéreo, realizado el pasado mes de abril.
Visto desde lejos, la forma de este peculiar avión recuerda a la de un planeador compactado, con las dos plazas situadas longitudinalmente en la cabina y menos superficie alar, al que le han colocado dos turbinas en cola -un poco- al estilo del clásico A-10 Thunderbolt.
El biplaza está construido íntegramente con materiales compuestos y cuenta además con un peculiar "rescatador": un paracaídas que se despliega impulsado por material pirotécnico y que en teoría permitiría que el avión descendiese a tierra suspendido de él.
Pero lo verdaderamente revolucionario en el E-Fan, que tiene poco menos de 7 metros de largo, y una envergadura de 10 metros, es su sistema de propulsión: dos motores eléctricos con una potencia total de 60 kW.
Velocidad crucero
Para mantenerlos en funcionamiento, el pequeño avión de Airbus cuenta con un sistema de 120 baterías de polímero de litio, que vierten 250 voltios a las dos turbinas.
Gracias a ellas el E-Fan puede volar sin consumir una gota de combustible fósil durante poco más de tres cuartos de hora, y alcanzar una velocidad de crucero de 160 km/h.
Tal y como adelanta Aerospace Technology, Airbus planea ofrecer esta avioneta a escuelas de vuelo y clubes de aficionados.
Tras demostrar que el prototipo vuela, Airbus comenzará en breve a desarrollar una versión que pueda ser producida comercialmente, y trabaja con 2017 como la posible fecha en que podría salir al mercado
Vídeo de Airbus en el que se muestra el proceso de diseño del E-Fan, hasta su vuelo inaugural: