Tecnología

Una empresa de EEUU comercializa balas-GPS para acabar con las persecuciones policiales

  • Se disparan desde el frontal de la patrulla y se enganchan a la chapa del vehículo
  • Cerca de 200 inocentes mueren cada año atropellados o en el fuego cruzado
Dos clientes satisfechos, de la Policía Estatal de Iowa (Starchase.com)

Las clásicas persecuciones policiales por mitad de la ciudad y seguidas en directo por los helicópteros de varios canales de televisión podrían tener los días contados en Estados Unidos. Una empresa de ese país comercializa balas con un trazador GPS incorporado que pemiten seguir a distancia a los delincuentes.

El producto de Starchase está dirigido al mercado de la primera potencia del mundo, superpoblado como está por diferentes agencias de seguridad públicas y privadas... y por delincuentes con acceso fácil a un arma de fuego.

Un cañón de aire comprimido en la rejilla delantera del vehículo, que se controla desde el puesto del conductor, permite disparar una bala que se incrusta en la chapa del coche que va delante.

La bala, del tamaño de un bote de refresco, comienza a funcionar desde el mismo momento en que es lanzada y, utilizando un receptor GPS incorporado y la red de telefonía móvil, emite en todo momento las coordenadas del vehículo al que se ha adherido.

La empresa que la comercializa destaca que, una vez que el coche sospechoso aparece como un punto móvil en un mapa, en las pantallas de los policías, éstos pueden rebajar el tono de la persecución e incluso simular que ha terminado, interceptando más adelante al delincuente cuando éste piensa que está ya a salvo.

Esta tecnología, cada vez más presente en departamentos de policía de todo Estados Unidos, permitiría reducir las cifras de siniestralidad asociadas a las persecuciones de vehículos, que causan cerca de una muerte al día en ese país. Para colmo, se calcula que la mitad de los fallecimientos corresponden a peatones que tienen la mala suerte de cruzarse con el carrusel de coches policiales.

Pese a ello, ha despertado las protestas de algunos grupos de defensa de los derechos fundamentales, que resaltan que la cuarta enmienda a la Constitución de los EEUU -que exige una orden judicial para registrar registros e incautaciones- podría impedir el uso indiscriminado de las balas-GPS.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky