
Los creadores de FyreTV, un proveedor de vídeos porno bajo demanda a través de internet, han demandado al gigante de la distribución Amazon por utilizar una marca excesivamente similar para su propio servicio de televisión vía red: Fire TV.
Con sólo una letra de diferencia, el servicio para adultos es casi un pionero de internet, ya que fue lanzado en 2008.
Pese a que desde entonces han transcurrido nada menos que seis años, Amazon parece no haber reparado en la coincidencia (o haberla ignorado), antes de lanzar su servicio de streaming hace sólo unas semanas.
Si la extensa cobertura en los medios no ha sido suficiente para alertar a sus departamentos legal y de márketing, la notificación judicial del juzgado de Florida en el que se ha iniciado el proceso civil seguramente hará despertar alguna respuesta en la multinacional con sede en Seattle.
El caso podría tener implicaciones de alcance, puesto que no sólo se trata de una coincidencia entre marcas: "el set de Amazon (...) realiza una función sustancialmente similar, si no idéntica, al set de Fyre TV", tal y como reza la demanda de la proveedora de vídeos para para adultos.
Lo cierto es que, excepto por el rango de contenidos, el modelo de negocio y el nombre comercial de ambos servicios sencillamente se solapan. Y está claro quién llegó primero.
En una revisión de Fyre, con i griega, realizada ya en 2009, TechCrunch mostraba su admiración por los precios "relativamente moderados, siempre que uno tenga cierto autocontrol", de los vídeos provistos por Fyre TV, aunque se lamentaba de que aún no se ofreciesen en alta definición.