
Se llama Lavaboom y es un servicio de correo peculiar: no tiene publicidad, sólo ofrece 250 MB de almacenamiento gratis frente al espacio ilimitado de gigantes como Yahoo y GMail y además requiere que el usuario tenga conocimientos, siquiera básicos, sobre encriptado. Entonces, ¿cuál es su atractivo? La privacidad.
Una empresa alemana está desarrollando el que asegura que será el servicio de correo de "activistas, abogados, periodistas y gente normal como tú", con dos premisas básicas: que sea fácil de usar, y que garantice totalmente la intimidad frente a las grandes corporaciones y las agencias de espionaje como la NSA.
No en vano su nombre está inspirado en Lavabit, el servicio de correo privado que fue tumbado en 2013 por el Gobierno de Estados Unidos después de que se supiese que el ex agente Edward Snowden lo venía utilizando para revelar secretos oficiales relacionados con la política exterior y de defensa estadounidense.
A la cabeza del proyecto está el joven alemán Felix Müller-Irion, que recuerda que "un mail que yo envíe a mi madre puede atravesar Rusia, China o los EEUU, aunque ella viva en el mismo edificio (...). Si eliges no encriptar tu correo, es muy probable que tu conversación, aparentemente privada, aparezca en las pantallas de la NSA (el servicio secreto) o de PRISM (el programa de espionaje masivo e indiscriminado de EEUU)".
Tan fácil como cualquier otro
El servicio comenzará a funcionar en pruebas (beta) a partir del lunes de pascua y se irá abriendo progresivamente y por riguroso orden de inscricpión a los usuarios que hayan solicitado participar.
Lavaboom encriptará todos los correos que se envíen o reciban, a partir del sistema clásico de doble clave, una privada, en manos sólo del receptor, y una "pública" que quienes quieran enviarle mensajes deberán conocer. Una vez codificados, los correos viajarán por la red como habitualmente, pero convertidos en un galimatías imposible de descifrar.
El esquema, que no es precisamente nuevo pero que Lavaboom pretende hacer usable y popularizar, hace que ni siquiera los administradores de los servidores de la empresa puedan acceder al contenido de los correos. Y para los usuarios más preocupados por el secreto de sus comunicaciones, la empresa ofrece autenticación de tres vías.
Su creador se compromete incluso a que las cuentas de correo que sean de pago (las de mayor capacidad de almacenamiento) se puedan costear anónimamente, bien mediante pagos con BitCoin o incluso enviando dinero en efectivo y por correo clásico a las oficinas de Lavaboom en Alemania.
El correo electrónico es uno de los servicios más antiguos de internet, y probablemente uno de los que se ha reinventado más veces. Tras dar el salto a la web (en los comienzos de la red era imprescindible utilizar un programa específico para usarlo), los gigantes como Yahoo, Microsoft o Google han venido compitiendo en sucesión para ganar la mayor cuota de mercado pòsible.
La gratuidad primero, el aumento hasta el absurdo de la capacidad de almacenamiento después y finalmente la integración del correo, con mejor o peor fortuna, con otros servicios como buscadores o redes sociales han sido las características en torno a las que ha girado la competencia en los últimos años. Puede que la privacidad total sea el siguiente campo de batalla.