Tecnología

Turquía usa la 'palanca' de los impuestos para apretar las tuercas a Twitter

  • Erdogan cambia la retórica nacionalista por el pragmatismo tributario
  • La red social estadounidense accede a algunas de las peticiones de Ankara

El gobierno turco ha decidido emplear una nueva arma en su particular cruzada para embridar a Twitter: los impuestos. Tras bloquear el acceso a la red social entre el 21 de marzo y el 3 de abril, el primer ministro Recep Tayyip Erdogan se vio obligado a recular por mandato del tribunal constitucional. Ahora carga de nuevo y lo hace usando como ariete la legislación fiscal.

El sábado, Erdogan acusaba a Twitter de evadir impuestos: "Iremos a por ellos. Estas compañías, como cualquier multinacional, acatarán la constitución, las leyes y las normas fiscales de mi país".

Conforme a las estimaciones del gobierno turco, que el sitio de 'microblogging' ni confirma ni desmiente, Twitter ingresa en ese país unos 35 millones de dólares cada año por publicidad, y no tributa a cambio ni una sola lira.

La amenaza del primer ministro obligó a la red social del pájaro azul a aceptar -a regañadientes- una reunión con las autoridades de Turquía, que se celebró ayer lunes y a la que Twittter asistió con una delegación encabezada por Colin Crowell, vicepresidente y jefe de política global de la compañía.

Dame las direcciones IP...

Twitter daba así un paso atrás después de mantenerse firme frentre a Turquía durante semanas, y tras rechazar todas las peticiones para suministrar los datos personales de los usuarios a los que Erdogan acusa de "inmoralidad" y "todo tipo de (actos de) espionaje", y suspender sus cuentas.

En el fragor de la batalla, la compañía con sede en San Francisco llegó incluso a facilitar la tarea a los clientes animándoles a puentear el bloqueo establecido por los proveedores de servicios de internet, utilizando mensajes SMS para 'twittear'.

Ha bastado sin embargo la mera mención a los impuestos que, según Ankara, Twitter está dejando de ingresar por su actividad en Turquía, para que la estadounidense acceda a algunas de las peticiones del gobierno de Erdogan.

...o paga impuestos

"Nuestro objetivo es que la compañía pague impuestos y acceda a las justas peticiones formuladas por Turquía, abriendo una oficina aquí".

Y aunque Twitter no ha realizado aún ningún comentario, el ejecutivo de Erdogan ya presume de su primer triunfo y asegura que la red social ha accedido a bloquear las cuentas de algunos usuarios, la primera de esas "justas" peticiones.

La ronda de negociaciones continúa, y aunque la empresa no se ha comprometido aún a abrir una oficina en Turquía -lo que permitiría entablar acciones judiciales directas contra la representación local en un futuro-, el gobierno de Erdogan no rebaja la presión y reclama nuevas supensiones de cuentas, el borrado de los mensajes que considera que amenazan la seguridad nacional y, lo que es crucial: las direcciones IP necesarias para localizar a los usuarios.

El esquema fiscal utilizado fuera de Estados Unidos por Twitter es similar al desplegado por otras multinacionales: gira en torno a una central con sede en Irlanda y está diseñado para minimizar los beneficios fiscales en cada uno de los territorios en los que opera, esquivando así las respectivas legislaciones tributarias nacionales.

El origen de la pelea entre Twitter y el gobierno de Ankara hay que buscarlo en los días previos a una ronda de elecciones locales, cuando sitios como Twitter fueron utilizados para difundir un archivo de sonido que ponía de manifiesto que la corrupción en el ámbito público toca al círculo más cercano de Erdogan.

"La comunidad internacional puede decir esto, y puede decir aquello. No me importa. Todos verán lo poderosa que es la República de Turquía", llegó a señalar Erdogan a comienzos del mes de marzo.

Mientras tanto, el servicio de YouTube sigue estando censurado en Turquía, a la espera de que el tribunal constitucional resuelva un recurso después de que el sitio de vídeos se utilizase para difundir una conversación en la que miembros del Gobierno debatían acerca de la posibilidad de intervenir militarmente en Siria.

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