Tecnología

La biografía más esperada: cómo conoció Steve Jobs a su mujer

Steve Jobs y su mujer. Imagen: Archivo

Detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. En ese asunto repara el biógrafo de Steve Jobs, quien desvela cómo conoció el genio de Cupertino a la compañera le que acompañó los 20 últimos años de su vida.

El episodio forma parte de las centenares de confidencias que el fundador de Apple desveló a Walter Isaacson, autor del libro 'Steve Jobs', que el próximo viernes se pondrá a la venta en Estados Unidos y la semana próxima en España.

Con datos del historial amoroso del alma máter de la empresa más valiosa del mundo, el biógrafo realizó un retrato robot de la mujer adecuada para Jobs: "Inteligente pero sencilla. Suficientemente dura como para hacerle frente, pero suficientemente zen como para elevarse por encima de la agitación de su vida. Con buena formación e independiente, pero dispuesta a adaptarse a él y a la creación de una familia. Sensata, pero con un toque etéreo. Con sentido común suficiente como para saber controlarlo, pero lo suficientemente segura de sí misma como para no necesitar hacerlo constantemente. Ya tampoco le vendría mal ser una rubia guapa y esbelta con sentido del humor al que le gustara la comida vegetariana orgánica".

La descripción corresponde a Laurene Powell (Nueva Jersey, 1963), una estudiante que un jueves por tarde entró tarde en el aula de la Universidad de Stanford donde Jobs iba a impartir una charla.

El premio de Jobs

Según relata la biografía, Powell llegó a la conferencia acompañada de un amigo y, al ver que todos los asientos estaban ocupados, decidieron acomodarse en el pasillo hasta que un bedel les conminó a moverse. Curiosamente, había varias sillas vacías en primera fila que rápidamente hicieron suyas. Casualmente, Jobs tenía asignado el asiento contiguo al de aquella joven. "Miré a mi derecha y me encontré con una chica muy guapa, así que empezamos a hablar", recordaba Jobs. Charlaron un rato y Lauren bromeó asegurando que estaba allí sentada porque había ganado un sorteo. "Dijo que el premio era que él debía llevarla a cenar".

Al terminar el discurso, Jobs se entretuvo charlando con algunos alumnos y observó de reojo como Powell se marchaba. Salió corriendo tras ella, chocándose con el decano, que trataba de llamar su atención para hablar con él. Tras alcanzarla en el aparcamiento, le dijo: "Perdona, no habías dicho algo sobre una rifa que habías ganado en la que se supone que debo llevarte a cenar?". Ella se rió."¿Qué tal el sábado?", preguntó él. Ella accedió. Poco después, Jobs cambió de opinión y le preguntó si le apetecía cenar esa misma noche. Ella aceptó.

El primer día de 1990, aquella hija de un marine estadounidense y empleada de Goldman Sachs aceptó la propuesta de matrimonio, formulada al parecer con gran teatralidad. La boda se celebró en marzo de 1991, Jobs tenía 36 años y Powell, 27 años.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky