
El banco suizo UBS se ha convertido en uno de los inversores de referencia del Grupo Indra al casi duplicar su participación en la multinacional, desde el 4,506% al 8,21%. La mayor parte de esta participación (7,63%) se corresponde a instrumentos financieros con derecho de voto, mientras que el 0,58% restante son acciones, con derecho de voto directo.
Como ocurre con los derivados financieros, se desconoce si la apuesta de UBS en el campeón español de la defensa la ha realizado de motu propio o por encargo de terceros, con vistas a la entrada de nuevos inversores o preparando una escalada en la participación de los actuales socios.
Asimismo, la inversión de UBS en la compañía que preside Ángel Escribano adquiere una lectura especial, ya que la compañía tecnológica planea adquirir Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), con un pago que presumiblemente incluirá una ampliación de capital y una posterior transferencia de acciones a la empresa familiar de defensa con sede en Alcalá de Henares. En ese escenario, la configuración accionarial de Indra está llamada a modificar su fotografía actual, con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) como principal accionista, con el 28% del capital. Escribano atesora el 14,3%, por delante de Sapa (7.94%) y Amber Capital (7,24%). Con estos porcentajes, UBS alcanza el podio de los grandes accionistas de Indra, desplazando a las compañías representadas en el consejo por Jokin Aperribay (Sapa) y Joseph Oughourlian (Amber Capital).

De acuerdo con la información actualizada en los registros de la CNMV, la entidad helvética suma 14,4 millones de acciones, cuyo precio de mercado al cierre de ayer se situó en el máximo histórico de 38,60 euros, tras un repunte en la sesión del 1,79%.Por lo tanto, el valor de la participación de la entidad financiera roza los 556 millones de euros.
La operación de UBS también coincide con los recientes informes favorables del banco, una vez que elevó el precio objetivo hasta los 35 euros. En la misma línea, a finales del pasado junio, Morgan Stanley elevó su recomendación desde "en línea con el mercado" a "sobreponderar", de forma que incrementó su precio objetivo desde los 21,5 euros hasta los 47 euros por acción, lo que supuso un alza del 118%.