
La startup altamente disruptiva Umibots, líder en robótica autónoma, está permitiendo a la UTE de FCC Medio Ambiente y Ingesan OHLA de Santander incorporar por primera vez robots 100% autónomos e inteligentes para optimizar la limpieza de playas de residuos tóxicos.
Únicos en el mundo, los robots UmiBeach -a pesar de su pequeño tamaño- son capaces de retirar hasta 25 kilos de colillas, plásticos y otros residuos tóxicos. Cohabitando con los bañistas, respetando desde toallas y hamacas hasta a personas; y detectando incluso los cambios en las mareas.
Inteligentes, seguros y altamente sostenibles, garantizan cero emisiones en zonas de especial sensibilidad ambiental como son las playas. Han sido adquiridos como apoyo a las labores tradicionales de limpieza a través de la superUTE (Unión Temporal de Empresas) formada por ambas compañías. Encargadas de la limpieza integral y mantenimiento de las 13 playas y arenales de la zona, con un importe global de 6,8 millones de euros, por un periodo de cuatro años.
Estos robots comenzarán a operar el próximo 25 de julio, en la playa del Sardinero junto con 7 playas más de Santander. Convirtiendo al Ayuntamiento de Santander, en pionero en I+D+i de toda la costa española.
España con más de 3.550 playas y más de 8.000 kilómetros de costa según la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, este año, ya se han otorgado 48 banderas negras a las playas españolas, 2 por provincia y ciudad autónoma, por Ecologistas en Acción.
Las colillas son el principal contaminante de nuestras costas debido al tipo de microplástico que puede tardar más de una década en degradarse. También liberan sustancias tóxicas como plomo, arsénico o amoniaco, que envenenan los ecosistemas marinos.
Motor de la eco-playa
Junto a FCC Medio Ambiente e Ingesan OHLA, el sector de mantenimiento de playas se encuentra prácticamente en manos de otras cuatro grandes compañías ACCIONA, Urbaser, Prezero y Eulen. Con más de 3.000 millones de euros al año invertidos en el mantenimiento de las playas españolas, inversión que realizan los ayuntamientos costeros, el 50% corresponde a tecnología.
Solo con el 10% de los 1.500 millones en inversión tecnológica, esta iniciativa iniciada en Cantabria se podría poner en marcha en todo el territorio nacional, ya que, el coste de estos sofisticados robots es de 50.000 euros por unidad. Con ello, España, pionera ya en implantar los UmiBeach, únicos en el mercado, se podría convertir en el motor de la eco-playa al incorporar esta tecnología en el 70% de sus costas.
Y es que, cada año casi 5.000 millones de filtros de cigarrillos acaban en las playas, y tardan en degradarse 12 años. Cada colilla puede llegar a contaminar entre 8 y 10 litros de agua marítima afectando sensiblemente a su fauna y flora, según la Fundación Aquae.
Diseño e I+D+i
Este robot altamente disruptivo ha sido diseñado para alimentarse de cargas de energía solar, gran eficacia y seguridad. Integra IA avanzada para la detección de personas y obstáculos mediante un triple sistema de seguridad basado en visión artificial que permite recalcular trayectorias, esquiva obstáculos, personas y desniveles, o bien detenerse si es necesario.
Según Clodo González, fundador y CEO de Umibots; "se trata de robots altamente seguros y eficaces, cuyo prototipo dotado de alta ingeniería ha sido testado con excelentes resultados en la playa de La Malvarrosa de Valencia durante seis meses" y añade; "con el uso de esta tecnología se podrían eliminar durante la época estival, hasta el 100% de los residuos tóxicos más contaminantes de las playas españolas".
Con un equipo de físicos, ingenieros de robótica y electrónica industrial que ha innovado con soluciones que no existen en el mercado. Diseñado específicamente para la superficie de la arena a través de un sofisticado sistema avanzado de cribado de arena y autodescarga.
El robot puede ser configurado en función de la hora, las condiciones climatológicas o la saturación de la playa.
Dotado de navegación por satélite que le permite crear un mapeo del entorno, el UmiBeach toma decisiones detectando personas y obstáculos como toallas en el suelo y la línea del mar, con total facilidad.
A través de sus cámaras de visión artificial que, junto con alarmas visuales y acústicas, garantizan la seguridad tanto de día como de noche. Ya que al disponer de conexión 5G avisa de hurto por geolocalización.
Con una velocidad máxima de 2 metros por segundo es capaz de trabajar 24 horas de forma ininterrumpida al día en condiciones climatológicas adversas sin la supervisión humana. Además de ser capaz de trabajar en tiempo récord al alcanzar una velocidad de 6,5 Km/h, puede acceder a zonas imposibles por otro tipo de tecnología más pesada.
La irrupción de esta robótica avanzada 100% española y el papel de la IA y la digitalización permiten la mejora en costes y eficiencia de un servicio esencial para el turismo y la sostenibilidad de nuestros mares y océanos.