
En estos tiempos marcados por la IA, el siguiente nivel en esta carrera por la transformación digital en las empresas se llama 'núcleo digital avanzado'. En un reciente informe de Accenture sobre este tema, lo definen como "la combinación de plataformas de aplicaciones para operar procesos de negocio (soluciones basadas en software empresarial, SaaS y también soluciones a medida) trabajando de manera combinada con una capa cognitiva basada en IA que permita combinar datos estructurados y no estructurados con la finalidad de digitalizar, automatizar y transformar los procesos de negocio".
Así, la diferencia entre avanzar o quedar rezagado no solo está en adoptar tecnologías emergentes, sino en cómo se integran esas herramientas en el corazón mismo de la empresa. Esa es la tesis principal del último informe de Accenture, 'Reinventing with a Digital Core', que desvela una conclusión contundente: las compañías que desarrollan un núcleo digital avanzado y lo alinean con sus estrategias de innovación logran hasta un 60% más de crecimiento en ingresos y un 40% más de beneficios que sus competidores.
Explican sus autores que el concepto de 'núcleo digital' no se limita a actualizar sistemas. Se trata de una transformación profunda de la arquitectura tecnológica empresarial, que combina plataformas de software, datos estructurados y no estructurados, inteligencia artificial (especialmente generativa), y operaciones en la nube, todo orquestado con seguridad desde el diseño. Es, "en esencia, la columna vertebral que permite a las organizaciones operar con agilidad, automatizar procesos y adaptarse continuamente a los cambios", añaden.
El estudio de Accenture se ha realizado a partir de una encuesta a 1.500 ejecutivos de tecnología de 10 países y 19 sectores. El resultado revela un patrón claro: las empresas que invierten de forma decidida en este núcleo digital no solo ganan eficiencia operativa, sino que también se posicionan para capturar valor de tecnologías disruptivas como la inteligencia artificial generativa, el análisis predictivo o la automatización cognitiva.
En palabras de Jordi Roca, responsable de Accenture Technology en España y Portugal, "la reinvención continua se ha convertido en la estrategia por defecto. Capturar valor de la IA, la nube y los datos a través de un núcleo digital robusto no es solo un factor de éxito; es una cuestión de supervivencia". Esto es aún más relevante en el contexto español, donde muchas empresas aún están en fases intermedias de digitalización, y donde la presión competitiva global exige moverse rápido.
Uno de los aspectos más interesantes del informe es el enfoque hacia la deuda técnica, un término que suele asociarse con sistemas heredados y decisiones tecnológicas que priorizaron la rapidez sobre la sostenibilidad. Accenture alerta de que esta deuda se ha ampliado con la llegada de la IA: los modelos actuales requieren nuevos tipos de arquitectura, gobernanza de datos y capacidades de actualización que muchas empresas aún no tienen. No obstante, la propia IA puede jugar un papel clave en mitigar esa deuda, ayudando a reescribir código, actualizar sistemas y diseñar soluciones resilientes.
Para ello, Accenture identifica tres principios de ingeniería que deberían guiar la transformación digital. En primer lugar, hablan de arquitectura para la Intención, o lo que es lo mismo, un cambio de sistemas rígidos a arquitecturas impulsadas por IA que se adaptan al usuario y al contexto en tiempo real. Esto permite automatizaciones más inteligentes y flexibles. En segundo lugar, hablan de conectividad total: integrar aplicaciones, datos y agentes inteligentes para obtener una visión completa en tiempo real, facilitando decisiones ágiles e hiperpersonalizadas. En tercer lugar, explican los ecosistemas colaborativos: construir sobre redes de socios tecnológicos que aporten innovación constante y mitiguen los riesgos de obsolescencia o ciberseguridad.
Este enfoque coincide con otras investigaciones recientes, como el informe Tech Trends 2024 de Deloitte, que también subraya la necesidad de pasar de una transformación puntual a una capacidad estructural de reinvención permanente. Deloitte remarca que la clave no es adoptar IA, cloud o data por separado, sino tejer una red tecnológica cohesionada y evolutiva que respalde cada nueva necesidad de negocio.
¿Y cómo puede todo esto trasladarse al ecosistema empresarial español? La oportunidad es enorme. Según datos de la Comisión Europea, solo un 34% de las pymes españolas utiliza servicios cloud y menos del 20% ha adoptado IA. Esto sugiere que la mayoría de las compañías aún no ha desarrollado un núcleo digital sólido, por lo que hay margen de mejora significativo.
Tal como destaca José Antonio Grau, líder del centro avanzado de Núcleo Digital de Accenture en España y Portugal, hay tres pasos esenciales que las empresas deben tomar: primero, desarrollar un núcleo digital adaptado a su sector; segundo, aumentar al menos un 6% el gasto en TI orientado a innovación; y tercero, equilibrar la inversión en capacidades futuras dedicando alrededor del 15% del presupuesto a reducir la deuda técnica. Estas cifras pueden servir como una guía útil para CIOs y responsables de transformación digital en el país.