
¿Qué pasaría si el navegador dejara de ser una herramienta pasiva y se convirtiera en un asistente que actúa por ti? ¿Y si al visitar una página web, ya no tuvieras que buscar, hacer clic o completar formularios, porque una IA lo hace por ti en tiempo real? Ese es el escenario que plantea Comet, el nuevo navegador en desarrollo por parte de Perplexity, el buscador con IA que en menos de tres años ha pasado de promesa a amenaza directa para Google.
Pero Comet no es solo una prolongación de Perplexity; es, si todo va según lo previsto, un nuevo paradigma de interacción en internet.
Como en las grandes transiciones tecnológicas, lo que parece una mejora incremental esconde un cambio de fondo. Así como el paso de los directorios a los motores de búsqueda reorganizó el conocimiento digital, Comet podría estar marcando el inicio de la navegación asistida por IA como estándar de facto. Veamos por qué.
Perplexity quiere reescribir el navegador, no solo mejorarlo
Desde su fundación en 2022, Perplexity se ha convertido en una de las startups más influyentes del ecosistema IA. Con más de 500 millones de dólares en financiación y una base de usuarios creciente, su propuesta de valor no ha sido competir con Google desde el mismo terreno, sino reimaginar qué es una búsqueda.
Esa misma lógica parece estar detrás de Comet. Según voceros de la empresa, el objetivo no es solo añadir funciones de IA al navegador, como ya hacen muchos otros proyectos, sino "reinventarlo por completo". A diferencia de otros navegadores que simplemente integran chatbots, Comet pone a la IA al mando de la navegación misma.
No hay aún fecha de lanzamiento ni versión pública, pero lo que se ha revelado sugiere que estamos ante algo más parecido a un copiloto autónomo que a un navegador clásico. Comet no se contenta con mostrar información: actúa.
Automatización visible y transparente: la clave de Comet
Una de las funciones más revolucionarias de Comet es su capacidad de mostrar cómo la IA interactúa con las páginas web en tiempo real. En lugar de ejecutarse en segundo plano, Comet ofrece una experiencia visual donde el usuario ve cada clic, cada entrada de texto, cada movimiento realizado por la IA.
Esto representa un avance clave frente a herramientas de automatización tradicionales, que operan en "modo headless", sin interfaz gráfica. Comet, en cambio, apuesta por la transparencia. Esto no solo aumenta la confianza del usuario, sino que facilita la intervención en caso de errores y la mejora de los scripts automatizados.
Además, permite transferir contexto entre diferentes pestañas y controlar la pestaña activa, algo que hasta ahora quedaba fuera del alcance de la mayoría de los motores de automatización. En otras palabras, Comet no solo automatiza tareas: comprende la web como un espacio dinámico y multietapa.
La apuesta por Comet puede entenderse como un paso lógico en la estrategia de Perplexity. Su motor de búsqueda, potenciado por IA, ya permite generar respuestas complejas, resumir documentos, y ofrecer enlaces verificados. Pero hasta ahora, el usuario tenía que moverse entre pestañas, verificar fuentes, copiar, pegar.
Con Comet, esa fricción desaparece. El navegador no solo integra la búsqueda; la ejecuta, la interpreta y actúa en consecuencia. Esto lo acerca a la visión de un navegador como "agente autónomo", capaz de resolver tareas concretas como reservar un vuelo, generar un informe o completar un formulario legal, sin intervención humana directa.
Se trata de una ambición mayor: pasar de ser un motor de búsqueda con IA a convertirse en el punto de entrada a internet, rediseñando desde la interfaz hasta la experiencia misma del usuario.
Un mercado saturado, pero aún con margen para romper esquemas
Es cierto que el espacio de los navegadores está más competido que nunca. Chrome domina con autoridad, mientras que Safari, Edge y Firefox mantienen nichos importantes. Además, proyectos como Arc, Brave, Opera o Vivaldi han introducido funciones innovadoras que han ganado tracción entre los usuarios más técnicos.
Sin embargo, pocos de ellos han dado el salto hacia la automatización completa. La mayoría integran IA como complemento: resúmenes, recomendaciones, búsquedas inteligentes. Comet, en cambio, plantea una relación inversa: el navegador se convierte en un motor de acción, y la IA en su núcleo operativo.