
Begoña Villacís fue nombrada directora ejecutiva de la Asociación Española de Centros de Datos, conocida como Spain DC, en febrero, pero asegura en una entrevista con elEconomista.es que desde su anterior posición pública ya observaba a la tecnología como un "vector de crecimiento importantísimo y nuclear" para España. Entre sus objetivos a cumplir en la patronal hay dos que resaltan: impulsar las relaciones del sector con las administraciones y hacer llegar al gran público la importancia que estas infraestructuras tienen en el día a día de la sociedad.
¿Cómo están siendo estos primeros meses en la patronal?
Cuando ejercía responsabilidades públicas, ya llevaba de cerca de la tecnología, observándola como un vector de crecimiento importantísimo y nuclear de España. Es decir, siempre he estado muy pegada a la tecnología. Y, desde el punto de vista de la patronal de los centros de datos, la razón por la que decidí encaminar mi carrera por este lado, es porque en el fondo me siento muy cómoda en la parte asociativa. Estoy haciendo lo que hacía en política, que es representar intereses colectivos y, sobre todo, pensar en mi país. Cuando hablamos de economía digital y de inteligencia artificial, de lo que estamos hablando es de un ecosistema que tiene una sede física, que son los centros de datos. Es un tema en el que confío y me lo creo.
¿Cómo está haciendo para hacer llegar al gran público la importancia de los centros de datos?
Hay que salir de la burbuja, es fundamental, porque sino caemos en la trampa de hablar de cosas incompresibles para el común de los mortales. La sociedad necesita comprender la importancia de los centros de datos. Es como si debatimos de cañerías y sobre su composición pero no explicamos a la gente qué es lo que trae el agua caliente a sus casas. Hay que bajar la conversación para que la gente entienda que si pueden mandar un whatsapp, hacer un bizum o ver Netflix es porque existen los centros de datos. Sin centros de datos no habría internet, conectividad e inteligencia artificial, porque se cocinan en ellos.
Cataluña ha abrazado la llegada de los centros de datos.
Cataluña está siendo consecuente y visionaria siguiendo la estela marcada por Aragón. Anda por el camino de ser lo que era y convertirse en business friendly para atraer a la economía digital. Tú no puedes atraer a la industria automovilística si tienes caminos de cabras. Entonces, si quieres atraer a la economía digital, tienes que tener centros de datos. Es verdad que hemos llegado tarde a esta carrera. Nos ha adelantado la zona FLAP [Frankfurt, Londres, Ámsterdam y París], que fueron antes que nosotros. Pero también es verdad que son centros que por ser de primera generación son menos sostenibles. Nosotros hemos aprendido de esos errores y nuestros centros son de última generación. Por tanto, mucho más sostenibles porque se alimentan de energía renovable.
España, y en concreto Aragón, está recibiendo inversiones milmillonarias. ¿Se puede mantener este crecimiento?
Tenemos la suerte de estar en España y tener las horas de sol y viento que tenemos. Digamos que hay una parte que viene de talento y esa ya la tenemos, por lo que ahora viene la parte de sudoración, es decir, las administraciones públicas tienen que poner los medios necesarios para canalizar este tesoro que tenemos, que es la energía.
¿Cómo trabajan desde Spain DC para que todos estos proyectos tengan cabida en la red eléctrica?
Tratamos de hacer mucha pedagogía y hacer entender que cuando hablamos de centros de datos, estamos hablando de la industria del futuro. Nos hemos desindustrializado a marchas forzadas en las últimas décadas y ahora se da la circunstancia de que tenemos la posibilidad de reindustrializarnos con los centros de datos. Además, si a todo esto sumas que el mundo de la energía está diciendo que España necesita más demanda [eléctrica], es el diálogo perfecto.
Desde el Gobierno defienden una integración ordenada en la red de toda la demanda que se viene.
Estamos a favor y también apostamos por la transparencia, pero también estamos a favor de la agilidad. Si quieren transparencia y ordenación, que hablen con nosotros que somos los que representamos al sector y a los operadores.
La vicepresidenta tercera dijo que hay burbuja en el sector de data center.
¿Burbuja? Lo que hay es escasez. Solo hay una ventanilla y lo que se organizan son colas. Se le está pidiendo a la gente a través de una herramienta que es quinquenal [planificación de la red eléctrica] que pueda anticipar las necesidades de energía que van a tener los siguientes cinco años y eso es poner en un aprieto. Se está pidiendo que adivinen, en el contexto actual, cómo va a evolucionar la inteligencia artificial, la computación cuántica, etc. Es absolutamente complicado.
Hay quien ve a los centros de datos tan solo como edificios grandes consumidores de energía.
Queremos ver nuestra casa limpia, pero no queremos ver la fregona. Queremos internet y mientras escribo un artículo contra los centros de datos, me aprovecho de uno de ellos para publicarlo en mi periódico. Los centros de datos lo son todo, y más ahora mismo. Además, los centros de datos no tienen huella de carbono de alcance uno ni dos, cada día son más sostenibles.
¿Qué se puede hacer en el corto plazo?
Tenemos la demanda [eléctrica], reconozcámosla y pongamos en contacto a todos los agentes que se necesitan mutuamente para poder estar en condiciones de liderar la economía digital. La gran parte de la gente tiene que entender que todo esto responde a una arquitectura básica, que son los centros de datos. Si queremos economía digital, inteligencia artificial… tenemos que tener centros de datos.
¿El apagón puede lastrar inversiones?
Pensábamos que sí, pero la realidad nos ha demostrado que no. No ha tenido ningún impacto. Además, los centros de datos están sometidos a protocolos muy estrictos para garantizar la continuidad del negocio. Y, por tanto, la electricidad tiene que ser una constante, aunque falle todo. De hecho, se preparan para una situación de energía cero una vez al mes. Cuando realmente llegó el apagón, la industria que estaba preparada era la de los centros de datos, lo que demuestra que es absolutamente puntera.