Hoy en día tenemos el concepto de que el SPAM es algo malo, pero lo cierto es que la definición de estos son realmente la de correos electrónicos no solicitados, y aunque es cierto que si lo has pedido es probable que sea algo que no te interese, estos emails que se van a esta carpeta no tienen porque ser malignos, peligrosos o simplemente un desperdicio de nuestro espacio de almacenamiento.
Esto es porque en un principio estos correos SPAM, la igual que las llamadas, son enviados por empresas legítimas que quieren enviarte información sobre un producto o servicio, una promoción o algo similar, pero con el paso del tiempo y el aumento de la cantidad de emails que enviaban se acabaron en convertir en una molestia.
Y es que a no ser que nos falte espacio de almacenamiento en nuestra cuenta de correo electrónico o que alguien nos diga "Revisa tu carpeta SPAM por si ha llegado allí", nadie mira con regularidad este apartado, y como decíamos tan solo acudimos a él para eliminar estos correos cada cierto tiempo.
No obstante, los expertos han detectado una característica de estos correos SPAM por la que no deberíamos eliminarlos siempre que nos llegue uno nuevo. Esto es porque en muchos casos lo mejor es dejarlos reposar durante un tiempo en la bandeja de SPAM y ya después de un tiempo eliminarlos.
La razón de ello, es que estos correos enviados de manera masiva por las empresas rastrean la actividad de los usuarios, es decir, el correo tiene una tecnología que le permite a sus remitentes si lo han abierto o eliminado rápidamente, lo que les dará la información necesaria para saber si la cuenta está activa o no, y en caso de detectar acciones con el correo en cuestión, esto se podría traducir en el envío de todavía más correos SPAM.
Por esa razón, lo ideal para reducir los correos SPAM que recibimos, es dejarlos reposar un tiempo, y después ya eliminarlos de nuestro correo para liberar espacio o tenerlo más ordenado.
