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Una astronauta de Blue Origin revela las pruebas y el sexismo que tuvo que pasar para viajar al espacio

¿Qué se siente al ver la Tierra desde el espacio? Para Emily Calandrelli, ingeniera del MIT y divulgadora científica, la experiencia fue comparable al nacimiento de un hijo. Una mezcla de asombro, incredulidad y emoción pura. Pero más allá de la euforia de su viaje con Blue Origin (la misma compañía en la que viajó el aventurero español Jesús Calleja), su hazaña quedó opacada por una realidad más terrenal: el sexismo que están sufriendo posteriormente los vídeos que está subiendo sobre su experiencia.

La empresa de Jeff Bezos de hecho tuvo que eliminar imágenes de la misión debido a comentarios despectivos en redes sociales. En un vídeo de YouTube, Calandrelli muestra cada detalle del entrenamiento, la preparación y los desafíos de su aventura. Pero lo más revelador no es solo el viaje, sino la reacción del mundo ante él.

El viaje de Calandrelli: del MIT a la ingravidez

Emily Calandrelli no es una turista espacial cualquiera. Con una formación en ingeniería aeroespacial y años dedicados a la divulgación científica, su presencia en el vuelo de Blue Origin no solo fue un logro personal, sino también una declaración de principios.

Antes del lanzamiento, el equipo de astronautas pasó por una intensa fase de preparación. Uno de los aspectos clave fue la adaptación de los asientos, diseñados para soportar una posible eyección de emergencia a 15G. "Si el asiento no está perfectamente alineado con tu cuerpo, esa fuerza podría ser brutal", explicó Calandrelli en su vídeo.

Además, practicaron maniobras esenciales, como el uso de los arneses de cinco puntos, imprescindibles para aprovechar al máximo los breves minutos de ingravidez.

Otro punto clave de su misión fue el experimento con semillas. Calandrelli llevó consigo material biológico para estudiar cómo la microgravedad afecta el crecimiento de las plantas a nivel molecular. También utilizó un "bio button", un dispositivo que registró constantes vitales para analizar el impacto del vuelo en su organismo.

La cara oscura de la experiencia: el sexismo en el espacio

Pese a la magnitud de su logro, Calandrelli tuvo que soportar un problema que ha acompañado a las mujeres en la ciencia durante décadas: el cuestionamiento y la desvalorización. Cuando Blue Origin compartió imágenes de su experiencia flotando en microgravedad, las redes sociales se inundaron de comentarios sexistas, obligando a la compañía a retirar el contenido.

El caso de Calandrelli llama especialmente la atención porque ella ha sido la mujer número 100 en viajar al espacio. Desde la primera mujer astronauta, Valentina Tereshkova en 1963 hasta la NASA de hoy, las astronautas han tenido que luchar no solo contra la gravedad, sino contra estereotipos que aún persisten.

Calandrelli, sin embargo, no se dejó amedrentar. En sus vídeos de YouTube, compartió las imágenes eliminadas y reafirmó la importancia de visibilizar estos hitos. "Ver la Tierra desde el espacio fue un momento indescriptible", afirmó. "Es algo que todos deberíamos experimentar alguna vez".

El impacto de su viaje en la exploración espacial

El vuelo de Emily Calandrelli no solo fue un paso más en su carrera, sino también un símbolo del futuro del turismo espacial y la participación femenina en la ciencia. Cada misión de Blue Origin y otras compañías privadas acerca más la posibilidad de que el espacio deje de ser territorio exclusivo de astronautas entrenados por décadas.

Más allá de la emoción del viaje, su impacto científico también es notable. Sus experimentos con plantas y los datos biomédicos obtenidos pueden ayudar a entender mejor cómo afecta el espacio a los seres vivos.

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