Un grupo de ingenieros de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Diseño Industrial (ETSIDI) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha rediseñado las clásicas de rejas de alcantarilla para evitar impedir obstrucciones y, en última instancia, evitar las posibles inundaciones que estas puedan generar.
Su creación, bautizada como WAG, ha sido presentada en el Premio James Dyson 2024, un concurso internacional dirigido a estudiantes de ingeniería y diseño. Y aunque no ha resultado ganador del mismo, su creación ha generado un gran interés.
Según explican en su propuesta, la reja de alcantarilla WAG está concebida para sustituir a las rejas originales en cualquier localidad, "primero en los puntos de mayor concentración de obstrucciones y después extenderlo al resto de la localidad".
La principal novedad que aporta esta nueva reja es su diseño. Al estar basada en un gran resorte, sus rejas, a diferencia de las clásicas, admiten cierta flexibilidad, actuando como una especie de muelle. Ya sea por el movimiento manual o por las vibraciones generadas por el paso del tráfico urbano, las oscilaciones del muelle provocan que, en teoría, los residuos que puedan obstruirla caigan finalmente al alcantarillado.
"Nuestro rediseño funcionaría de una forma autónoma, aprovechando la vibración en la calzada de los coches. Esta vibración es transmitida mediante varillas verticales, llevando a cabo así un desatasque de todos los niveles de la alcantarilla", explican sus creadores.
Una de las grandes ventajas que presenta esta solución es que la reja WAG podría adaptarse a cualquier medida y hueco. Y si bien su aspecto podría resultar disonante con la estética de la vía pública, sus creadores contemplan que se incluyan elementos distintivos, como la inscripción del escudo de la localidad en la que se encuentre en el centro de la reja.
