Tecnología

Nueve de cada diez empresas españolas ya usan algo de inteligencia artificial

  • Casi el 30% de los españoles utiliza este tecnología a diario
  • El 66% de los ciudadanos pide una mayor protección de sus datos personales
El 91,3% de los encuestados declara tener curiosidad por el desarrollo de la IA.
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La Inteligencia Artificial (IA) ha dejado de ser una promesa para convertirse en una pieza esencial de la infraestructura digital de la sociedad y de nuestra actividad diaria. Si bien su capacidad transformadora ya es indiscutible, la pregunta crucial no es si cambiará el futuro, sino cómo lo dirigirá.

Con el objetivo de analizar esta transformación, la agencia de comunicación evercom y la Universidad de Diseño, Innovación y Tecnología (UDIT) han presentado la segunda edición del informe 'Feel IT: Horizonte IA'. En sus páginas detalla cómo ciudadanos y empresas en España perciben y utilizan la IA, con especial hincapié en las expectativas, preocupaciones y desafíos que plantea esta tecnología.

"La elaboración de este informe responde a una necesidad clave: comprender no sólo el nivel de integración de la IA en nuestra sociedad, sino también cómo las personas y las empresas la interpretan y qué esperan de ella en el futuro," asegura Ander Serrano, responsable de Innovación de evercom. "Sabemos que esta tecnología tiene un potencial inmenso, pero también es un terreno que plantea preguntas éticas, sociales y económicas. Es fundamental asegurarnos de que su avance sea inclusivo y beneficioso para todos", añade.

El estudio revela que la IA forma parte de la vida cotidiana de la mayoría de españoles: un 29,1% la utiliza diariamente y un 54,4% de manera ocasional. Este elevado nivel de adopción refleja un interés generalizado por su evolución: un 91,3% de los encuestados declara tener curiosidad por el desarrollo de la IA, frente a un escaso 8,7% que afirma no estar interesado.

No obstante, el entusiasmo por estos recursos aún no está exento de reservas. Aunque un 54,9% confía bastante o totalmente en su integración en la vida diaria, persisten inquietudes en torno a la privacidad y la transparencia. Un 66,3% de los encuestados reclama medidas más estrictas para proteger los datos personales, y casi la mitad, el 49,4%, considera esencial identificar de manera obligatoria los contenidos generados con IA. Además, un 47,9% subraya la necesidad de mejorar la educación y capacitación sobre estas herramientas, un indicador de que el conocimiento sobre sus aplicaciones aún es limitado.

El acceso habitual a la información sobre IA se concentra en las redes sociales, escogidas por un 44,1% de los ciudadanos como su principal fuente informativa, seguidas de blogs y artículos online (41,4%) y medios tradicionales (40,9%). Esto resalta la importancia de las plataformas digitales en la divulgación, aunque también plantea interrogantes sobre la calidad y fiabilidad del contenido compartido en estos canales.

"La clave no reside únicamente en dominar las herramientas de IA, sino en formar a personas con criterio para interpretar los avances que realmente generan valor," señala David Alonso, director del Área de Tecnología y del Máster en Inteligencia Artificial de UDIT. "Entornos educativos que fomenten el pensamiento crítico y la especialización serán esenciales para que los profesionales del futuro no sólo se adapten a la tecnología, sino que contribuyan a alinearla con las necesidades y desafíos de una sociedad en evolución", afirma.

En el ámbito empresarial, la IA se ha convertido en una herramienta imprescindible para la mayoría de las organizaciones. Sólo un 10% de las empresas españolas no utiliza actualmente tecnologías basadas en IA, aunque de estas, un 60% tiene previsto incorporarlas en el corto plazo. Entre las compañías que ya han adoptado estos recursos, los usos más comunes son el análisis de datos, la automatización de procesos y los asistentes virtuales.

La satisfacción respecto al uso de estas herramientas es abrumadora: un 95% de las empresas valora positivamente los resultados obtenidos, lo que ha llevado al 76% de las organizaciones a planificar un aumento en su inversión en IA para el próximo ejercicio. Sólo un 5,2% prevé reducirla.

Además, el impacto de esta tecnología en el mercado laboral es innegable. El 96% de las empresas anticipa un efecto significativo en sus sectores en los próximos años y un 40,6% ya cuenta con especialistas en IA en sus plantillas. Este porcentaje crecerá, ya que un 51% de las compañías planea incorporar nuevos perfiles especializados en esta tecnología en el futuro inmediato, lo que refleja una demanda creciente de talento cualificado.

"El conocimiento es quizá el recurso más valioso con el que cuentan las empresas, y la IA tiene el potencial de multiplicar su impacto y productividad en el mercado profesional," comenta Silvia Leal, experta en tecnología y nuevas tendencias, asesora de la OCDE y Senior Advisor de evercom. "Sin embargo, esto exige una mayor concienciación en las organizaciones, especialmente en aspectos como la protección de datos y el uso responsable de estas herramientas. La colaboración entre entidades públicas y privadas, junto con un esfuerzo educativo masivo, será esencial para cerrar la brecha entre quienes ya están integrados en este paradigma y quienes aún lo perciben como algo ajeno".

Los datos recogidos en el informe exponen que la Inteligencia Artificial no sólo representa un desafío técnico, sino también social y ético. A medida que su integración avanza, resultará clave garantizar que estas herramientas impulsen el progreso de forma inclusiva, reduciendo las desigualdades y fomentando una transformación equilibrada y sostenible.

"Estamos en un momento decisivo," explica Ander Serrano. "El futuro de la IA dependerá de nuestra capacidad para generar una conversación plural y bien informada, que permita a todas las personas y sectores comprender su alcance y participar activamente en su asimilación. La clave estará en utilizar la comunicación como herramienta para equilibrar el potencial tecnológico con las necesidades humanas".

Los responsables del informe señalan que más allá de un análisis descriptivo, este trabajo se propone como un punto de partida "para un diálogo constructivo entre ciudadanía y empresas". Para ellos, "más que escoger entre tecnología y humanidad, el desafío es encontrar su convergencia, garantizando que la integración de la IA sirva como un motor de progreso reflexivo, equitativo y transformador".

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