Tecnología

La IA soberana y otras nueve tendencias para 2025

  • El 6G integrará IA para proteger, administrar y controlar las redes
Los robots ganarán en prestaciones y podrán asumir diferentes funciones.
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Nunca antes una tecnología había acaparado tantas miradas. Analizamos a continuación los retos que tendremos que afrontar los próximos 12 meses de la mano de la IA y de otras herramientas asociadas a ella. Y es que todo -o casi todo- pasa por la IA, desde la hiperautomatización a los robots polifuncionales o incluso los ciberataques. De entre todas las tendencias tecnológicas que ganarán protagonismo en 2025, todos los expertos consultados coinciden en que, sin duda, la Inteligencia Artificial (IA) seguirá siendo la protagonista, abarcando cada vez más y más campos. Prácticamente todo lo demás bebe de ella.

En ese escenario, no resulta extraño que cada vez más países estén introduciendo el concepto de IA soberana. Podríamos definirla como una especie de escudo que están adoptando -o queriendo adoptar- muchos gobiernos para proteger su autonomía tecnológica frente a influjos o dependencias externas. Quieren con ello tener un control regional o nacional del desarrollo y gestionar tecnologías de IA para garantizar que los datos, algoritmos y sistemas empleados operen bajo las leyes y estándares locales. Este enfoque es especialmente relevante en sectores críticos como la defensa, la salud, las finanzas y la infraestructura.

Esa idea es la que está detrás de la Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea y la Ley de Ciberseguridad (CSL) y el Marco de Gobierno Seguro de IA de China. Entre los ejemplos más avanzados en este campo, podemos recordar que Dinamarca ya ha inaugurado un superordenador de IA soberana.

Esta idea cobra fuerza por la preocupación y el recelo de unos países hacia otros, con el ejemplo paradigmático de Estados Unidos hacia China. Algunos Estados de la Unión Europea trabajan ya en establecer un marco de IA soberana que respalde sus valores y proteja su economía digital frente a esas influencias externas.

La IA soberana aplicada a las empresas persigue que éstas tengan un mayor control de sus datos, de ahí que muchas veces se prohíba expresamente a los trabajadores el uso de plataformas como Chat GPT. También se eliminan ciertas dependencias de gigantes tecnológicos extranjeros y reducir el riesgo de que, llegado el caso, datos de empresas de la UE caigan en manos del Gobierno de Estados Unidos por leyes como la Patriot Act estadounidense. Ésta obliga a las compañías de ese país a proporcionar datos al gobierno bajo ciertas circunstancias. La IA soberana también puede estimular la innovación local por ese intento de reducir la dependencia de las grandes tecnológicas.

En cuanto a los ciudadanos, esta IA soberana también va a ofrecer una mayor privacidad y seguridad, lo que mejoraría la confianza en la protección de su información personal. No olvidemos que estos modelos de IA locales buscan, de hecho, democratizar el acceso a soluciones tecnológicas avanzadas. Por último, la IA soberana, al operar bajo marcos legales locales, estarán sujetas a un mayor escrutinio público y eso garantizaría en principio que las decisiones automatizadas, como las relacionadas con servicios públicos o diagnósticos médicos, sean justas y explicables.

2. Robots polifuncionales (foto de los robots Stretch o Robear)

Se acabó eso de utilizar un robot para una cosa y otro para otra. Estas máquinas se van perfeccionando y cada vez es más habitual encontrar mecanismos versátiles que al estar equipados con múltiples herramientas y sensores, pueden adaptarse rápidamente a distintas actividades sin necesidad de una reprogramación compleja. La escuela de negocios IEBS destaca estos mecanismos como una de las tendencias para este 2025. Y lo cierto es que encontramos ya bastantes ejemplos.

En el hogar, el caso más claro es el de los robots Roomba, que ya no solo aspiran, sino que también friegan con agua. En las fábricas, los ingenios de empresas como KUKA y ABB Robotics tan pronto ensamblan piezas como realizan soldaduras o manipulan objetos. En concreto, el robot colaborativo YuMi de ABB trabaja en líneas de producción y va cambiando de tarea según lo que requiera la planta en cada momento. Para los almacenes, otra solución, Stretch, esta vez de Boston Dynamics, carga y descarga camiones y desplaza cajas adaptándose por sí solo a los diferentes tamaños y formas de los paquetes.

Al aire libre, en la agricultura, estos robots multifuncionales también hacen de las suyas para tareas como la siembra, el riego y la cosecha. Por ejemplo, Naïo Technologies cuenta con Dino, que realiza tareas de desmalezado y plantación de cultivos de forma autónoma. En el sector sanitario, el artefacto japonés Robear ya es capaz de levantar a los pacientes de sus camas, acompañarlos durante un paseo o llevarlos en silla de ruedas. A medida que estos robots incorporen más IA, más sensores y más herramientas, serán más versátiles, independientes y personalizables.

3. Modelos de lenguaje especializados (foto de recurso de inteligencia artificial)

Frente a los grandes modelos de lenguaje natural, conocidos por sus siglas en inglés como LLM, empiezan a proliferar otros que precisamente presumen de su menor envergadura, los SLM. ¿Por qué prefieren ser pequeños? Desde SAS, explican que, durante el próximo año, los grandes modelos de lenguaje se volverán tan comunes que su uso básico será accesible para todos y de forma gratuita. Por ello, el valor real se trasladará a los servicios especializados y a las aplicaciones de dominios específicos creadas sobre estos modelos. Añaden desde esta empresa de IA y datos que se espera un crecimiento de LLM de código abierto, con el objetivo de que cualquier persona o empresa pueda acceder, modificar y utilizar dichos modelos. "De esta forma, se impulsará un panorama de IA más descentralizado en el que la personalización y la integración serán los diferenciadores clave", afirma Udo Sglavo, vicepresidente de AI y Analytics de SAS.

Admiten desde esta compañía que la IA generativa ha sido el tema estrella en los últimos años, pero hasta ahora sus promesas han podido generar más expectativas que resultados concretos. "En 2025, las organizaciones empezarán a implementar esta tecnología de manera eficiente, con el objetivo de generar un valor empresarial real. Para lograrlo, simplificarán el uso de la IA, revisarán sus estrategias, reglas y modelos, y complementarán estas acciones con el uso de los grandes modelos de lenguaje (LLM) y pequeños modelos de lenguaje especializados (SLM)", explican.

Muy relacionado con esos SLM, desde DE-CIX prefieren hablar de computación desagregada. Coinciden en que el método de entrenamiento de los modelos de lenguaje de gran tamaño por parte de las empresas cambiará pronto. "Antes, para procesar rápidamente las cargas de cálculo se necesitaban enormes centros de datos centralizados, pero en el futuro será necesario entrenar los modelos de IA de una forma más descentralizada", afirma Thomas King, CTO de DE-CIX, "aunque solo sea por el hecho de que el espacio para los centros de datos es limitado en todas partes".

4. Hiperautomatización (robots en una fábrica)

Según IDC, el 80% de los CIO de todo el mundo planea adoptar la IA y la automatización para lograr mayor agilidad en los negocios basados en conocimientos en los próximos años. Desde Getronics, apuntan a cómo la hiperautomatización impulsada por IA y las plataformas de Bajo Código (low-code) están revolucionando la automatización empresarial. Esas herramientas permiten que empleados sin conocimientos técnicos desarrollen soluciones internas, reduciendo costes y asignando recursos a iniciativas estratégicas, al mismo tiempo que se mejoran los procesos y se incrementa la agilidad organizativa.

Esa automatización llega, por ejemplo, a los recursos humanos. Así, ya hay herramientas que permiten a los responsables de la gestión de personal el análisis de grandes volúmenes de currículums y la posibilidad de seleccionar automáticamente los perfiles más adecuados para un puesto. Eso puede incluir el análisis de encuestas que permiten evaluar el sentir y las necesidades de los empleados. Así lo destacan desde Cobee, plataforma digital de gestión de planes de beneficios de empleados.

Esa automatización impulsada por IA ofrecerá en 2025 cada vez más herramientas para monitorizar sistemas, realizar mantenimientos predictivos, detectar amenazas de ciberseguridad y optimizar el consumo energético. Según McKinsey, se estima que la adopción de la automatización impulsada por IA podría incrementar la productividad global en un 0,5 a 3,4% anual de aquí a 2040. El objetivo de la IA en este frente es ayudar a las organizaciones reducir la carga de trabajo manual y mejorar la eficiencia operativa y la sostenibilidad de sus infraestructuras.

5. Centros de datos verdes (foto de centros de datos)

Según Gartner, la IA generativa no solo superará el impacto que tuvieron la nube y los proveedores de 'outsourcing' en sistemas de centros de datos, sino que se espera que la demanda de IA generativa casi triplique las ventas de servidores entre 2023 y 2028.

Los ingentes volúmenes de datos que alimentan los sistemas de IA se cobran una factura energética importante. Los centros de datos necesitan para su funcionamiento entre el 1 y el 2% de la electricidad generada en todo el mundo. En el año 2030, ese porcentaje podría aumentar hasta el 3-4% para 2030. Sin embargo, algunas empresas -como Google, Amazon o Microsoft- están tomando buena nota de ese impacto y ya están operando centros de datos verdes. Estos utilizan 100% de energía renovable o que han reducido a cero las emisiones netas. Con esta tendencia, los gigantes tecnológicos se adelantan a posibles restricciones sobre la construcción de centros de datos y uso de energía o el incremento de costes.

En ese camino hacia una mayor sostenibilidad, compañías como Lenovo apuestan por la refrigeración totalmente líquida en sus servidores, como la solución Neptune, recientemente lanzada. Desde Vertiv, su consejero delegado, Giordano Albertazzi, también apunta a esa tendencia: "Con la IA impulsando densidades de racks que alcanzan cientos o incluso miles de kWs, la necesidad de contar con soluciones avanzadas y escalables para alimentar y refrigerar estos racks, minimizar su huella medioambiental y empoderar a estas fábricas de IA emergentes es mayor que nunca. Durante 2025 anticipamos un progreso significativo en este aspecto y nuestros clientes lo demandan".

En 2025, el impacto de las grandes cargas de trabajo informático se intensificará y el sector buscará gestionar este volumen de diversas maneras. La informática avanzada continuará su transición desde CPUs a GPUs para aprovechar la capacidad de procesamiento informático paralelo de estas últimas, así como el punto de diseño térmico más elevado de los microchips modernos. Esto continuará ejerciendo presión sobre los sistemas de alimentación y refrigeración existentes, obligando a los operadores de centros de datos a adoptar soluciones de refrigeración mediante placas frías e inmersión que eliminen el calor a nivel de rack.

6. Mejoras neurológicas (foto de Neuralink o implante cerebral)

En paralelo a la ayuda que la IA pueda brindarnos en nuestro día a día, la tecnología ya plantea mejoras en nuestra inteligencia natural. El proyecto más conocido en este campo es Neuralink, lanzado por el empresario Elon Musk. Propone la implantación de chips en el cerebro para ayudar a pacientes con parálisis a controlar dispositivos con su mente. También enfermos de epilepsia o Alzheimer se podrían ver beneficiados por este tipo de herramientas, aún en desarrollo. En el ámbito educativo, estas tecnologías podrían personalizar los métodos de aprendizaje en función de las capacidades cognitivas del alumno.

Entre otros ejemplos, podemos mencionar a Synchron, especializada en interfaces cerebro-computadora. En este caso, su solución se llama Stentrode y se introduce en los vasos sanguíneos cerca del cerebro evitando una cirugía invasiva. Su objetivo es ayudar a personas con discapacidades motoras a controlar dispositivos digitales con sus pensamientos.

Por su parte, Kernel se ha centrado en equipos que monitorizan la actividad cerebral y que ayudarían a comprender mejor cómo funciona el cerebro en actividades cotidianas para mejorar la memoria, la concentración y el aprendizaje. Por último, OpenBCIse ha especializado en herramientas de código abierto para investigar y desarrollar interfaces cerebro-computadora.

Entre las aplicaciones futuras de estas interfaces, podemos destacar la capacidad de mapear y modificar la actividad cerebral para lograr tratamientos más efectivos contra la depresión, la ansiedad y otros trastornos psicológicos. En otro capítulo bastante más polémico, podríamos mejorar nuestras capacidades memorísticas e intelectuales, lo que podría dar como resultado seres humanos aumentados y otros que no lo han sido. El debate está servido. Basta imaginarse a un aspirante a una plaza en una oposición que hubiera cargado en su chip todo el temario a golpe de clic, frente a otro candidato que no haya tenido esa posibilidad…

7. Computación espacial

Gartner prevé que para 2028, el 70% de las empresas adoptarán soluciones de computación espacial para mejorar la colaboración y la toma de decisiones en tiempo real. "La computación espacial es el nuevo nombre que le han dado al metaverso, no sabemos si para blanquear su imagen o porque realmente está transformando la manera en que interactuamos con el mundo digital al integrar lo físico con lo virtual", explican desde la escuela de negocios IEBS.

Tecnologías como las gafas de realidad mixta permiten superponer datos y visualizaciones en el entorno físico del usuario. Esto tiene aplicaciones en áreas como la arquitectura, la medicina y la manufactura. También en el campo de la educación Inmersiva, brindando experiencias de aprendizaje en entornos simulados que impulsan la retención y participación.

Si pasamos a la factoría 4.0, en diseño industrial ofrece herramientas de realidad aumentada que mejoran la colaboración y reducen errores en proyectos complejos. También a la hora de divertirnos en nuestro tiempo libre, los juegos y los conciertos virtuales pueden redefinir la interacción del público a través de diferentes contenidos.

8. 6G (imagen de redes de fibra)

Si el año pasado hablábamos de las redes privadas de 5G, en este caso toca adelantarse a la próxima generación de comunicaciones, el 6G. Porque, con la red 5G Advanced lista para su lanzamiento global en 2025, ya se está preparando el escenario para la próxima generación de conectividad móvil. "6G no solo será hasta 100 veces más rápido que el 5G, sino que también integrará IA para proteger, administrar y controlar las redes" asegura Thomas King, CTO de DE-CIX. A su juicio, los estándares, las arquitecturas abiertas y las API serán fundamentales para construir una red del futuro interoperable e inteligente. Además, "la computación desagregada, impulsada por tecnologías como Ultra Ethernet, será clave para entrenar los modelos de lenguaje de gran tamaño de forma más descentralizada y eficiente", añade.

Mientras llega ese nuevo estándar, las redes privadas 5G siguen revolucionando los entornos industriales al permitir que sectores como la fabricación, la logística y la energía dispongan de su propia red móvil. Estas redes no solo mejoran la eficiencia y la seguridad, sino que también facilitan operaciones en áreas remotas, impulsando la digitalización industrial en todo el mundo. Según las previsiones de IoT Analytics, las conexiones privadas de 5G crecerán a una tasa de crecimiento anual compuesta del 65,4% hasta 2030.

9. Zero trust (fotografía de ciberataques)

O lo que es lo mismo: confianza cero. El mensaje que lanzan casi de continuo las empresas de ciberseguridad es que no pueden garantizar al 100% que no vayamos a sufrir un ataque. De ahí que toda precaución sea poca. El coste de los ciberataques ya supone cerca del 1,5% del PIB mundial y la IA generativa también tiene parte de culpa pues han proliferado las herramientas con esta tecnología que facilitan los ataques. Para la empresa de ciberseguridad Innovery, la principal amenaza de 2025 será de nuevo el 'ransomware' (o secuestro de información a cambio de rescate). Lleva dos años en lo más alto y aseguran que no podemos bajar la guardia pues es el método más rápido que tienen los ciberdelincuentes para lucrarse. Y España es el quinto país más afectado por este tipo de ataques a nivel mundial, solo por detrás de Estados Unidos, Reino Unido, Alemania e Italia.

"El 'ransomware' va a continuar ocupando el podio de los ciberataques, pues cuenta con una capacidad colosal de destrucción. Las herramientas de distribución de 'ransomware' están al alcance de cualquier ciberdelincuente, cada vez son más económicas y su ratio de éxito es muy alto", asegura José Antonio Izquierdo López, Cybersecurity Competencer Manager de Forrester. Y se ha detectado quiénes son los más perjudicados. Los ataques de 'ransomware' a hospitales se dispararán, pues el sector, de media, es el que más paga el rescate, rondando los 400.000 euros, explican desde Forrester. Nos recuerdan que un ataque de este tipo es capaz de paralizar los sistemas y que, además, los propios ciberdelincuentes venden consultoría, lo que acaba siendo una vía rápida y legal de conseguir dinero.

Por su parte, Gartner predice que para 2027 el 17% de los ciberataques involucrarán a la IA generativa. A todo lo anterior, se suma otro problema: la escasez de talento en ciberseguridad. Según INCIBE, se estima que el sector en nuestro país finalice el año con poco más de 42.000 profesionales, pero con una necesidad de aproximadamente 83.000. Añaden que las nuevas regulaciones, como DORA (para el entorno financiero) y NIS2 (para sectores críticos e importantes) evidencian que la ciberseguridad sigue siendo una necesidad clave en el mundo actual.

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