
Con récords de lanzamientos que se baten año tras año, la carrera espacial del siglo XXI se enfrenta a un nuevo desafío: la creciente amenaza de la basura en órbita. Principalmente por la proliferación de satélites de empresas privadas, como SpaceX y su constelación Starlink, que han impulsado esta preocupación a miles de kilómetros.
De hecho, se estima que 130 millones de desechos de un tamaño superior a un milímetro orbitan la Tierra. Además, una vez a la semana, un satélite vuelve a entrar sin control en nuestra atmósfera. Esto significa que cada vez son mayores las probabilidades de colisiones y, por tanto, las posibilidades de que aumente la basura espacial.
Sin embargo, en este contexto, la empresa española Sateliot no sólo está revolucionando la conectividad global con su constelación de satélites 5G-IoT de órbita terrestre baja (LEO), sino que también despunta como un actor clave en la búsqueda de soluciones sostenibles.
Al unirse a la Agencia Espacial Europea (ESA) y firmar la Declaración para un Sector Espacial Responsable, esta pyme se ha posicionado como pionera en la promoción de prácticas sostenibles en la industria. A diferencia de otras constelaciones que han sido cuestionadas por su potencial impacto ambiental, estos satélites han sido diseñados con un enfoque de sostenibilidad desde su concepción: están programados para realizar maniobras de desorbitación al final de su vida útil de cinco años, asegurando una desintegración segura al reingresar en la atmósfera terrestre. Además, operan en órbitas de baja densidad, a unos 500 kilómetros de altura, y cuentan con sistemas de propulsión que les permiten evitar colisiones con objetos espaciales.
La constelación Starlink de SpaceX, con más de 6.000 satélites en órbita, ha revolucionado las comunicaciones pero también ha generado un intenso debate sobre la sostenibilidad en el Espacio. La gran cantidad de objetos lanzados por la empresa del magnate Elon Musk ha aumentado significativamente el riesgo de colisiones y ha contribuido a la fragmentación de la órbita terrestre baja.
En contraste con este modelo, Sateliot propone una visión más responsable y sostenible del desarrollo espacial. Al adoptar medidas proactivas para mitigar la basura en órbita, la empresa española demuestra que es posible conciliar la innovación tecnológica con la protección del medioambiente, también desde el espacio.