
Después de unos años de crecimiento cuando se convirtió en necesidad durante la pandemia del Covid-19, el teletrabajo está de capa caída. Los culpables de ello son los jefes y las empresas que por diversos motivos, como la necesidad de monetizar las oficinas que tienen o el miedo a que estos se escaqueen de sus labores, prefieren que sus empleados vuelvan a la oficina.
Una pena para muchísimos empleados, que durante los meses que pudieron trabajar desde sus casas, descubrieron que con este formato o el de trabajo híbrido (combinar teletrabajo con ir a la oficina) les era muchísimo más fácil conciliar su vida laboral con la personal, además de tener más tiempo propio.
De hecho, un estudio realizado por el Institute of Labor Economics, descubrió que en España los teletrabajadores tenían hasta 10 días más al año de tiempo libre que aquellos que iban todos los días a trabajar.
Esto llevó a un grupo de investigadores de Moody's Analytics, ha cuestionarse qué efectos tenía el trabajo en nuestra sociedad, y descubrieron que el teletrabajo había provocado la creación de nuevos hábitos y más tiempo para el ocio, lo que en consecuencia ayudada a que la economía avanzase.
Recordemos que ya desde el 2022, se avecinaba una enorme recisión económica en EEUU que parecía que se iba a trasladar al resto del mundo, no obstante, dos años después todavía no se ha dado y estos investigadores señalan a trabajar desde casa como una de las razones de peso.
Con el teletrabajo, la gente tiene más tiempo para el consumo, ya sea salir al cine, a cenar, irse de fin de semana largo o simplemente quedar a tomar algo con amigos y familiares. Así lo demuestran los datos del PIB de EEUU del segundo trimestre de este año, según el Departamento de Comercio, que creció un 2,4% impulsado mayormente por los consumidores en servicios.
También cabe destacar que desde la pandemia, la población está más dispuesta a salir y probar nuevas experiencias, lo que impulsa que el ocio haya crecido tanto, pero también factores como no gastar en gasolina para ir al trabajo o comer en casa todos los días les ha dado un mayor poder adquisitivo a los empleados.
Aunque el teletrabajo no es la única solución, sino que la jornada laboral más corta, por ejemplo, la famosa jornada de cuatro días también podría ser una opción viable y beneficiosa para la economía. Sin ir más lejos, las pruebas realizadas en Valencia con cuatro días laborales demostraron que las personas tenían más tiempo para cuidar de los suyos y para hacer más actividades de ocio, impulsando así la economía local.