
Tener tanto tanto dinero que sabes con absoluta certeza que por mucho que gastes durante tu vida no se va a gastar es algo que tan solo un minúsculo círculo de personas puede decir, pero según cuentan estas, esto se puede convertir en un problema. Y es que generar tanto capital y no poder usarlo no tiene sentido, y por ello (normalmente en la recta final de sus vidas) muchos multimillonarios deciden dedicarse a la filantropía.
Este es el motivo por el que en el año 2.000 Bill Gates junto a su actual exmujer Melinda crearon la Fundación Bill y Melinda Gates que actualmente es la entidad filantrópica con mayor capacidad de financiación del mundo y un organismo con mucho peso e influencia en políticas de salud, educación y alimentación a nivel global.
Esto en parte ha sido gracias a que desde el 2006, el multimillonario Warren Buffett, asumiendo que no iba a ser capaz de gestionar por sí solo todo el dinero que planeaba donar, decidió relegar parte de este trabajo a la Fundación de Gates, debido a su férrea amistad con el fundador de Microsoft, y ya van más de 43.000 millones de dólares donados.
Como explicaba Tim Schwab en su libro 'El problema de Bill Gates', Buffett puso tres condiciones para llevar a cabo estas donaciones a la Fundación de Bill y Melinda:
- Los fondos había que donarlos el mismo año que entraban.
- Al frente de la fundación debía haber alguien de la familia de Gates.
- Las donaciones tenían que ser contabilizadas como contribuciones de caridad.
Con estas reglas, Buffett se aseguraba que la fundación no amasaba sus donaciones, y se podría repartir rápidamente, que al final era lo que él quería. No obstante, como recogen desde Fortune las cosas se están poniendo feas para la Fundación Gates después de que Bill y Melinda se separasen, y la segunda haya salido apresuradamente de la junta directiva de dicha institución.
Esto, sumado a otros actos ha provocado que la relación entre Gates y Buffett se vaya deteriorando, y en consecuencia, el mayor donante de la fundación ha decidido comenzar a cortarles el grifo millonario y reducir las donaciones hasta el punto de que cuando este muera (tiene 93 años) cancelar completamente el flujo de ingresos y comenzar a dárselos a una nueva fundación creada por los propios hijos de Buffet recogen desde The Wall Street Journal.
Pero este no ha sido el único detalle que ha mosqueado al inversor, ya que en los últimos años la Fundación ha tenido problemas para cumplir con la promesa de inyectar estas donaciones en el mismo año que las reciben, y por ello comenzaron a hacer lo que denominaban como "financiación anticipada".
Esto consistía en entidades terceras encargadas de asignar los fondos, la clave estaba en que, por ejemplo, se asignaba 50 millones para escuelas en un región de la India, pero después había que hacer todo el trabajo para repartirlo correctamente y crear un plan específico para ese dinero.
Todo ello ha provocado que Buffett haya perdido confianza en la Fundación de Gates, de hecho, ya en 2021 abandonó su puesto en la junta directiva y aunque en la actualidad se calcule que tengan unos activos valorados en 77.000 millones de dólares, la Fundación Gates tiene fecha de caducidad. De hecho, su CEO Mark Suzman aseguró que la entidad se extinguiría 20 años después de la muerte de sus dos titulares.