Madrid
En 1964, solo cinco años antes de que el hombre pisara la Luna, el ingeniero aeronáutico español Manuel Jalón inventaba la fregona. Cuesta imaginar a los cerebritos de la NASA diseñando el viaje más complicado hasta el momento para la humanidad y, al mismo tiempo, ver al personal de limpieza de aquellas sofisticadas instalaciones teniéndose que agachar para limpiar el suelo. Anacronismos aparte, cinco décadas más tarde, llega la fregona casi automática. Hemos tenido oportunidad de probar la Proscenic WashVac F10 (299 euros) unas semanas y vamos a resumir aquí cómo ha sido la experiencia.
El dispositivo llega con la intención de hacernos mucho más llevadera la limpieza del hogar, en una categoría distinta a los robots de aspiración y fregado, en la que también trabaja Proscenic. En este caso, ofrece una herramienta que sí necesitará de nuestra participación. Como se puede apreciar en las imágenes, se trata una aspiradora de escoba que al pasar por una superficie dura se lleva la suciedad y en la misma pasada aplica agua a través de un rodillo. Además, cuenta con una función aparte que nos servirá para recoger agua del suelo y dejar el firme seco y brillante. Para ello, disponemos de un tanque de agua limpia de 650 mililitros de capacidad en el que verteremos una solución de detergente que acompaña al producto.
La suciedad que va aspirando, así como el agua ya utilizada, vuelven al circuito interno para acabar en el depósito con residuos, de 600 mililitros. Esta vez, el producto no hay que conectarlo a ninguna aplicación del móvil ni a Internet. Somos nosotros los que vamos dirigiendo a la WashVac F10 y, además, sin demasiado esfuerzo pues el producto es autopropulsado, lo que significa que nos limitaremos a dirigirlo. Un motor se ocupa de hacer ese esfuerzo del desplazamiento. Cuando la colocamos en posición vertical, ese motor se detiene. Esta característica lo hace especialmente atractivo para personas mayores o que no dispongan de demasiada fuerza.
Por nuestra parte, tendremos que vigilar que el tanque de agua limpia sigue teniendo el líquido elemento y que el de agua sucia no alcanza una altura concreta. También, muy importante, al estar con una aspiradora tipo escoba tendremos la tendencia a inclinarla para hacerla pasar por debajo de muebles o camas. Aquí eso está totalmente prohibido porque podría alterar el ciclo del agua en el interior del dispositivo.
En la pantalla de la WashVac F10 veremos la duración de la batería y sus tres modos de trabajo. En cuanto a la primera, es de 2.500 mAh y ofrece una autonomía para más de media hora de funcionamiento, suficiente para la limpieza de un hogar de tamaño medio. Podremos utilizarla en modo inteligente o automático, en un modo turbo con mayor potencia y uso de agua o en el modo de aspiración de agua (para cuando se nos ha derramado algo…). Aparte, en el mango disponemos de un gatillo para expulsar agua extra en aquellos casos en los que nos encontremos ante una mancha seca.
Una cuestión importante es el mantenimiento del dispositivo. Cuando terminamos de limpiar, debemos extraer el depósito de suciedad para vaciarlo, enjuagarlo junto al filtro y secar los dos electrodos con un paño. A continuación, tendremos que retirar el rodillo apretando un botón lateral, que recibe agua por 12 puntos, para retirar si hubiera quedado alguna suciedad. Del tiempo que hemos estado probando el dispositivo, recomendamos utilizar el segundo rodillo que viene de repuesto alternándolo con el que viene en la máquina. Aunque ese segundo rodillo está pensado para reemplazar al principal cuando haya perdido sus propiedades, para una limpieza óptima hemos visto que es mejor utilizarlos dejándolos secar bien, y así evitar que se deteriore antes o pueda oler. Una vez hecha esa limpieza del tanque sucio y del rodillo, solo falta apretar un botón de autolimpiado de todo el circuito y el ventilador. A través de su altavoz, escucharemos en cinco idiomas -entre ellos el español- los diferentes pasos de ese proceso. A través de ese sistema se nos indicarán otros avisos en caso de que la máquina detecte algún problema.
Al estar diseñada para trabajar con agua, este producto no es apto para aplicar sobre alfombras o moquetas, a menos que dejemos el tanque de agua vacío. Entonces, solo trabajará en función de aspiración.
Nos ha gustado de esta WashVac F10 de Procenic la facilidad en el uso y en su mantenimiento, su autonomía y, lo más importante, el resultado que ofrece. Como punto negativo, podríamos indicar esa imposibilidad de inclinar el dispositivo para acceder a esas zonas de los bajos de muebles o camas.