
La planta de GKN Driveline en Vigo y el centro tecnológico Aimen han puesto en marcha dos proyectos para la implantación de tecnología en el desarrollo de la fábrica 4.0 y para la aplicación de la Inteligencia Artificial en los sistemas de producción de componentes de automoción.
La iniciativa '4.0driveline' nació en 2019 con el objetivo de implantar en la fábrica viguesa un modelo de fabricación inteligente para el desarrollo de componentes de transmisión para vehículos de alto valor añadido.
El proyecto ha contado con un presupuesto de 2,7 millones de euros, y ha movilizado a 41 investigadores. Para sacarlo adelante se desarrollaron varias soluciones tecnológicas que incidieron tanto en la capacidad productiva, como en la eficiencia global de la factoría.
Al amparo de este proyecto se integraron en la fábrica 28 pilotos diferentes, entre los que destaca, por ejemplo, uno de celda robotizada bimanual para el ensamblaje de componentes que puede ser desplegada en un espacio compartido con el operario.
Mientras, el proyecto F4actorIA se inició en 2020 y ha permitido el desarrollo de nuevas tecnologías basadas en la Inteligencia Artifical para la optimización de procesos de fabricación, mejora del control de calidad o detección temprana de problemas.
Mejoras
Con esta actuación se han mejorado flujos de información, se ha desarrollado una arquitectura de comunicaciones específica, se han creado sistemas de identidad digital de los producto o sensorización de máquinas. Esta iniciativa, realizada a través de una Unidad mixta de Investigación, ha contado con un presupuesto de 2,5 millones de euros.
La directora de la planta de GKN Driveline en Vigo, Consuelo Domínguez, ha explicado que el nivel de carga de trabajo en la factoría ya supera el que había antes de la pandemia, un escenario al que ha contribuido el contrato con Volkswagen (para la fabricación de transmisiones para coches eléctricos), que tiene un horizonte de carga de trabajo una década.
Además, ha destacado, que los procesos de automatización implementados en la planta viguesa no han mermado el empleo y permiten a GKN competir, en el ámbito de la innovación, con otros países de menores costes laborales y logísticos.
Planta más competitiva
De hecho, ha señalado, a día de hoy, entre un 5 y un 6 % de los vehículos fabricados en el mundo llevan una junta homocinética producida en la fábrica viguesa.
La apuesta de la firma por la innovación convierte a la planta en un atractivo a la hora de optar a nuevos contratos y proyectos, todo ello a pesar del handicap de la ubicación geográfica.
Al respecto, avanzó que aspiran a que la Península sea "nuestro mercado y que las transmisiones para Volkswagen Navarra o Seat Martorell se hagan aquí", dijo.
Por su parte, la conselleira de Economía, María Jesús Lorenzana ha puesto en valor la apuesta de GKN y Aimen para avanzar en la innovación como herramienta para consolidar la posición del principal fabricante de componentes de automoción de Galicia.