
Los ciberataques han experimentado un repunte importante en los últimos años tanto en número como en gravedad. Solo en 2022 sufrieron un incremento del 16% y todo apunta que la tendencia va a continuar en los próximos ejercicios. Según datos de Beazley, compañía especializada en ciberseguros, este tipo de delitos costaron a las empresas e instituciones de todo el mundo 8.600 millones de dólares (7.871 millones de euros).
De cara a los próximos años, la aseguradora calcula que el coste global aumentará un 284% en cinco años hasta superar los 33.000 millones de dólares (30.400 millones de euros). El coste medio de estas extorsiones para cada compañía asciende de 100 millones de dólares (91,5 millones de euros). "Las vulnerabilidades de las organizaciones son hoy mayores que nunca y las consecuencias económicas también. Las herramientas de las organizaciones para interceptarlas se convierten en insuficientes. Las instrucciones dadas a los equipos durante años ya no valen", apunta Russ Cohen, jefe de seguridad de Beazley.
Por sectores, los más afectados por los ataques fraudulentos de los ciberdelincuentes en el primer trimestre de 2023 fueron los gobiernos (31%), las compañías sin ánimo de lucro (30%), las empresas manufactureras y de distribución (20%), los servicios y asociaciones profesionales (20%), los servicios empresariales (18%) y las empresas de retail (12%).
Para evitar este tipo de ataques las empresas tienen a su disposición varios tipos de seguros. Unespa, la patronal sel sector del Seguro, los contratos cibernéticos cubren generalmente las mismas consecuencias (gastos de investigación, de recuperación de datos, pérdidas de explotación consecutivas…), aunque estas sean consecuencia de hechos de origen informático, sin daño material.
Llama la atención el incremento que han experimentado los ataques informáticos tanto a instituciones públicas como a organizaciones sin ánimo de lucro. Las primeras en 2020 a penas representaron el 7% de los ataques, mientras que durante el primer trimestre de 2023 protagonizaron el 31%. Un repunte muy similar viven las ONG que pasan de un 6% a alcanzar el 30%.
Una evolución que contrarresta con del sector salud. En 2020, en plena pandemia, registró el 4% de los ciberataques, exactamente el mismo porcentaje en el primer trimestre de 2023. Entre medio, en 2021 subieron hasta el 5% y en 2022 el sector congregó el 7% de los ataques.
Ante el auge de estos ataques, Beazley ha lanzado el primer bono catástrofe del mercado de 45 millones de dólares. Se trata, según el comunicado de la propia aseguradora, de "la primera vez que se crea un instrumento ILS (Insurance-Linked Securities) para riesgos catastróficos relacionados con la ciberseguridad".
También se destaca que el desarrollo de soluciones eficaces para el riesgo catastrófico es vital para permitir que aumente la oferta de capacidad en el mercado de los seguros y reaseguros cibernéticos, con el fin de satisfacer la creciente demanda de cobertura por parte de las empresas y la sociedad.