
El WiFi se ha convertido en aparato casi indispensable en cualquier hogar, y es que, desde la entrada de los dispositivos inteligentes a nuestras vidas, la necesidad de tener conexión a Internet se ha convertido en norma. Son muchos los motivos por los que la conexión es más lenta de lo normal, pero hay una serie de acciones que puedes llevar a cabo para mejorar la cobertura y velocidad de tu WiFi en tu casa.
1. Coloca estratégicamente tu router
Hay veces que no tiene que ver con el tiempo que tenga el router, sino más bien de dónde lo tienes colocado. Es importante colocarlo en un lugar centrado de la casa para que llegue a todos los rincones de esta, a la vez que está visible ya que los muebles o paredes pueden bloquear la emisión del router.
2. Pide un cambio de router
Hay ocasiones en la que el problema de un Internet lento, es que el router (el dispositivo que da la señal) está demasiado viejo y ya no funciona con la potencia de antes. En el caso de que lleves más de tres años con el mismo router estás en tu derecho de que te lo cambien. Quizás tengas que insistir un poco y puede que te hagan pagar por la instalación, pero no es justo que sea por el desgaste de un dispositivo que tengas Internet lento.
3. Hay demasiados dispositivos conectados
Puede ser que el router no sea el causante de que tu WiFi vaya lento, simplemente es que hay una sobrecarga de dispositivos. Al haber muchos aparatos conectados a la red, esta tiene que enviar señales a todos, causando que esta sea más lenta y se produzcan interferencias.
Lo mejor es apagar los que no uses y consumen ancho de banda, para que los que sí estas utilizando tengan más potencia.
4. Reconfigura los canales
En el caso de que no te quieran cambiar el router, puedes optar por pedirle a la compañía que te reconfiguren los canales que emiten las frecuencias del router. El motivo por el que esto puede mejorar tu conexión es porque los canales que usa tu WiFi actualmente estén saturados por otras emisiones, por ejemplo, el WiFi de tu vecino.
5. Hay un malware
De nuevo, no siempre culpa del WiFi, ya que puede ser tu dispositivo el que está causando que tu conexión sea más lenta de lo normal. Esto es porque está infectado con algún tipo de malware o virus que hace que el sistema se ralentice, lo mejor es usar un antivirus para asegurarse de que nuestro smartphone u ordenador está limpio.
6. Apps que consumen mucho alto de banda
Al igual que un niño pequeño no come lo mismo que un adulto, hay apps que requieren de más ancho de banda que otras debido a las funcionalidades y servicios que ofrece. Esto lo puedes comprobar desde tu propio sistema e incluso puedes limitar el uso según el momento y más te convenga para que cuando no las uses no acaparen tanto la red.
7. Coloca extensores de WiFi
Si ya has probado los consejos anteriores, es posible que tu router no tenga la potencia suficiente para llegar a todos los rincones de tu casa, por lo que la mejor opción será comprar un amplificador o extensor de WiFi.