La Policía ha desarticulado y detenido hasta a cuatro personas por relación a un grupo de piratas informáticos que vendían paquetes con más de 2.600 canales de tv y 23.000 películas y series por varios países europeos, tenían beneficios por encima de los 3 millones de euros.
La piratería distribuida por Internet no ha dejado de crecer a pesar de que cada vez son más los esfuerzos de las autoridades para frenar esta ilegal práctica. Se han endurecido las penas por cometer este delito, al igual que se han mejorado los sistemas que lo detectan, pero aun así los beneficios son tan altos que a muchos les compensa el riesgo.
Pero no siempre se salen con la suya, por ejemplo, esta semana la Policía Nacional ha anunciado la detención de un grupo cibercriminal que operaba desde Málaga y distribuía sus servicios por toda Europa.
La policía ha detenido hasta cuatro personas en nuestro territorio, acusadas de ser los líderes de este grupo pirata, sin embargo, la trama es mucho más amplia ya que se calculan que tenían más de 50.000 suscriptores que habían conseguido gracias a los 95 revendedores distribuidos Reino Unido, Malta, Portugal, Chipre y Grecia. Estos se encargaban de comprar estos paquetes para luego revenderlos a un precio más alto (forma piramidal), el tamaño de las operaciones era tan alto que se calculan unos beneficios de más de 3 millones de euros.
Estos paquetes ofrecían más de 2.600 canales de televisión además de 23.000 series, películas y documentales, y todos estos contenidos se distribuían a través de 10 paneles de administración que enviaban sus contenidos a hasta 32 repetidores ubicados en Francia, Países Bajos y España.
La investigación se inició en 2020 después de que Alliance for Creativity and Entertainment, una coalición de empresas que tiene como objetivo combatir la piratería online denunciara la existencia de este grupo, ahora dos años después y gracias a la colaboración de la EUROPOL, han podido detener a los implicados.
Durante la redada, aparte de los contenidos ilegales la Policía incautó 2.8000 euros en metálico y dos vehículos de lujo valorados en más de 180.000 euros. Se cree que, para blanquear los beneficios, la banda fue adquiriendo bienes muebles e inmuebles en la provincia de Málaga y desviando fondos a través de sociedades españolas a cuentas bancarias en paraísos fiscales.
