
No hay ninguna duda que los drones han venido para quedarse, y es que cada vez es más común que las personas utilicen estos dispositivos ya sean para su ocio o para llevar a cabo su trabajo. Esto nos ofrece muchas cosas positivas, pero también provoca la aparición de nuevos peligros que solo el tiempo y la experiencia pueden solucionar.
Esto lo hemos podido comprobar con un accidente de un dron que repartía comida en la localidad de Brisbane (Australia), un fallo que no es el primero ni seguramente sea el último, pero que por lo menos pone sobre la mesa los aspectos a corregir de esta tecnología.
Desde 2019 Wing, una empresa propiedad de Alphabet (también propietaria de Google) tiene la aprobación de las autoridades para transportar en dron comidas y medicinas en Australia y desde entonces este servicio ya ha hecho más de 50.000 repartos exitosos.
Sin embargo, y por desgracia, esta semana hubo uno que no llegó a su destino y según explican desde ABC Australia, este vehículo aéreo no tripulado aterrizó en los cables de alta velocidad de la ciudad, se incendió debido a los 11.000 voltios de electricidad y acabó incinerado, aunque cuando llegaron los bomberos la comida estaba bien e incluso seguía caliente relatan los presentes.
Como consecuencia hasta 2.000 hogares se quedaron sin electricidad durante casi una hora, y algunos incluso estuvieron más tiempo. El motivo por el que ocurrió el accidente fue porque el dron hizo un aparcamiento controlado por precaución, pero lo hizo en el tendido eléctrico.
"Hace quince años, pedíamos a la gente que tuviera cuidado si regalaba cometas a sus hijos por Navidad y dónde las volaban. Ahora pedimos a los padres que tengan mucho cuidado con el lugar en el que sus hijos vuelan sus drones", dijo Danny Donald portavoz de Energex, compañía encargada de los cables de alta velocidad.
Y es que, con la aparición de nuevas tecnologías (y sobre todo las que son inteligentes y actúan sin supervisión humana) es necesario establecer una serie de normas y de controles para evitar que un accidente vaya a más y pueda provocar muertes. Fue en 2018 en EEUU donde un dron se vio involucrado en un accidente con un helicóptero y por suerte no hubo heridos, pero se considera como el primer accidente provocado por un dron.