
Nunca antes se había hecho algo igual, la NASA prueba su defensa de la Tierra ante asteroides estrellando una nave espacial llamada DART (Double Asteroid Redirection Test) contra el planetoide Dimorphos para comprobar que con esta tecnología es posible desviarlos de órbita.
La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, también conocida como NASA, ha efectuado una prueba para "saber qué hacer y qué no en el futuro" en el caso de que un asteroide o cometa peligroso se dirigiese hacia nuestro planeta Tierra. Este experimento se ha llevado a cabo para probar si de verdad se puede desviar estos cuerpos rocosos que circulan por el espacio en el caso de que alguno de ellos entre en nuestra órbita y suponga un peligro.
Misión DART
DART hace referencia a Double Asteroid Redirection Test, que en español significa Prueba de Redireccionamiento de Doble Asteroide. Esta nave espacial, no es más grande que una puerta, no obstante, puede volar a 11 millones de kilómetros de la Tierra mientras alcanza velocidades de hasta 24.000 kilómetros por hora y es que su función es ser como un dardo espacial que impacte contra los asteroides.
En esta prueba que se ha realizado durante la noche del lunes 26 y martes 27, DART ha impactado contra el asteroide Dimorphos que a pesar de no suponer un peligro ni estar dentro de nuestra órbita, algo se tenía que utilizar para comprobar que la defensa de la Tierra era efectiva.
IMPACT SUCCESS! Watch from #DARTMIssion's DRACO Camera, as the vending machine-sized spacecraft successfully collides with asteroid Dimorphos, which is the size of a football stadium and poses no threat to Earth. pic.twitter.com/7bXipPkjWD
Este asteroide medía unos 170 metros, mucho más grande que DART, sin embargo, la potencia de DART parece haber cumplido con los objetivos de la NASA. Como muestran las imágenes, esta nave impactó exitosamente con el asteroide indicando que los cálculos de la ruta eran los correctos, pero no será hasta dentro de unas semanas cuando se logre determinar si se ha conseguido desplazar la órbita de este.
Si después de las comprobaciones pertinentes este proyecto es exitoso, la NASA no solo estará de celebración por que la Tierra está protegida de asteroides y cometas peligrosos, sino también porque toda esta nave tiene un precio estimado de 330 millones de dólares, un coste muy por debajo de la media de los proyectos científicos de la agencia espacial.