Tecnología

La policía detiene a un hombre en Galicia que tenía un taller clandestino de impresión de armas 3D

  • Por el momento no hay regulación sobre quién y cómo se pueden imprimir armas
  • La policía descubrió varias impresoras y armas de diferentes tipos
Img: Policía

Las impresoras 3D nos han abierto un enorme abanico de posibilidades ya que nos permiten crear casi cualquier cosa, desde prótesis hasta una funda para el móvil, no obstante, también hay personas que las usan para otros usos no tan buenos, como era el caso de este hombre de A Coruña que tenía un taller clandestino para la impresión en 3D de armas de fuego.

Las impresoras 3D se están convirtiendo cada vez en un producto más popular y accesible para todo el mundo, aun así, todavía estamos muy lejos de que se convierta en norma tener una en nuestras casas. Por eso, todavía no existe una regulación ni ningún tipo de control sobre el qué se puede imprimir y para qué, aunque es muy probable que pronto este cambie.

Diseñar e imprimir una pistola en 3D no es una tarea sencilla, ya que se necesitan materiales específicos además de una guía que te explique cómo hacer las piezas para luego poder montarla. Lo normal sería que este tipo de información fuera confidencial, sin embargo, en EEUU están armas son legales y existen páginas web que te explican paso por paso lo necesario para diseñar una.

Existen varios problemas con estas armas, primero que las personas que las imprimen no necesitan un permiso de armas, ni tampoco se les hace un chequeo para asegurarse de que no son potencialmente peligrosos o tienen antecedentes. Además, al estar hechas de plástico, estas armas pueden pasar controles de metal sin problema y se pueden colar en lugares de alta seguridad.

Pero lo peor de todo, es que funcionan igual que un arma de fuego normal, el reciente caso del asesinato de Shinzo Abe, ex primer ministro de Japón, consternó al mundo y puso en el punto de mira la impresión de armas.

Ahora, un nuevo escándalo relacionado con este tema se ha dado en A Coruña, donde la policía ha detenido a un hombre por tener un taller clandestino en el que usaba impresoras 3D para diseñar armas de fuego.

Durante la redada, se han incautado tres impresoras junto con varias guías de cómo diseñar armas con las que habían conseguido imprimir ballestas, pistolas y lo más sorprendente de todas, un subfusil AR9, un arma de gran calibre y enorme potencia.

Debido al auge de la creación de armas de este tipo, la Interpol llevó a cabo un congreso internacional para juntar toda la información de los diferentes países y tratar de buscar soluciones y medidas para paliar este creciente negocio ilegal.

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