Nvidia y la SEC (Comisión de Mercados y Valores de Estados Unidos) han llegado a un acuerdo para zanjar la cuestión sobre si el fabricante de tarjetas gráficas se apoyó demasiado en el sector cripto para mejorar sus números.
Aunque tradicionalmente las tarjetas gráficas han sido usadas para sólo para ejecutar videojuegos 3D y para algunas tareas profesionales, en los últimos años su utilidad para "minar" criptomonedas las ha hecho increíblemente populares; hasta el punto de que, para los jugadores, ha sido difícil, por no decir imposible, encontrar unidades en las tiendas.
En cambio, para los fabricantes como Nvidia este ha sido su 'agosto' particular, vendiendo literalmente cada unidad fabricada en los últimos dos años. Pero no todo son ventajas. Las ventas al sector cripto traen consecuencias, tanto de marketing (muchos jugadores se sienten 'traicionados' por los fabricantes) como de volatilidad, con un mercado cripto que sube y baja como ninguno.
Ahora, Nvidia ha tenido que pagar 5,5 millones de dólares en los EEUU para evitar responder a la gran pregunta: ¿cuántas gráficas realmente se han vendido a jugadores, y cuántas a criptominería?
Cuando saltó el 'boom' de la criptominería, Nvidia tomó decisiones como lanzar una línea de tarjetas sólo para esa tarea, así como implementar un 'limitador' en las tarjetas que se iban a vender a jugadores. Sin embargo, la SEC ha revelado que el personal de la compañía era consciente de que muchas de las gráficas oficialmente vendidas "para jugadores", en realidad terminaban en las llamadas 'granjas' de critpominería. Esto no es algo que vaya a sorprender a nadie que haya seguido la situación en los últimos años, pero la clave está en que Nvidia no reconocía estas prácticas públicamente.
En concreto, el problema está en que Nvidia podría haber mentido a sus inversores, asegurándoles que la mayoría de sus ingresos provenía del sector 'gaming', mucho más estable y menos volátil que el sector cripto; eso, pese a que los inversores preguntaban "de manera rutinaria" cuántos de los ingresos de la compañía dependían de cripto (y por lo tanto, el riesgo que tenían al invertir en Nvidia). La SEC afirma que los fallos de Nvidia "privaron a los inversores de información crítica para evaluar el negocio de la empresa en un mercado clave"
El acuerdo supone que Nvidia no será investigada a fondo por todo esto, a cambio de pagar 5,5 millones de dólares. Mientras tanto, su anunciada "apuesta por los jugadores" queda en entredicho, especialmente cuando la mencionada limitación cripto en sus tarjetas gráficas ya ha sido eliminada, después de que hackers hayan lanzado nuevos 'drivers' no oficiales para la gama RTX 30.