
El nuevo LG Ultragear 27GP950 se basa en la tecnología Nano IPS para ofrecer una imagen de calidad al mismo tiempo que no descuida lo más importante de un monitor gaming: la velocidad.
El sector gaming ha explotado en los últimos años, y es fácil entrar en una tienda y encontrar todo tipo de productos dirigidos a jugadores; pero estos son más exigentes que el usuario común, especialmente con los precios al nivel en el que están.
El Ultragear 27GP950 no es una excepción. El precio de 893,52 euros es excesivo para la mayoría, especialmente teniendo en cuenta que su tamaño es de apenas 27 pulgadas. Por 300 euros menos, la propia LG ofrece enormes monitores ultrapanorámicos de 35 pulgadas o más. Entonces, ¿qué hace especial a este?
Básicamente, es como comparar un Ferrari con una furgoneta. Los dos te llevarán a tu destino, pero uno te ofrece un rendimiento con el que el otro solo puede soñar.
Así es el LG 27GP950
Estamos ante uno de los monitores gaming más avanzados que ofrece LG, y por lo tanto, todas las cifras están a la altura. Para empezar, pese a que el tamaño del panel es de sólo 27 pulgadas, la resolución es 4K (3840 x 2160 píxeles), lo que se traduce en una imagen especialmente nítida, ya que la densidad de píxeles es muy superior a la que tendría en 32 pulgadas. Normalmente, los monitores de 27 pulgadas tienen una resolución 2K, porque eso suele ser suficiente para el tamaño; pero en este Ultragear, será completamente imposible ver los píxeles por mucho que nos acerquemos, y veremos las letras y los elementos de la interfaz con gran nitidez.
Pese a esa resolución, la velocidad de refresco de este monitor es de 144 Hz. Aunque no es la más rápida del mercado, ni mucho menos, es lo mínimo necesario para disfrutar de una experiencia más fluida, y especialmente, eso hace que este monitor sea perfectamente compatible con las consolas de nueva generación, la Xbox Series X y la PlayStation 5.

Especialmente porque LG no ha escatimado en gastos, y las conexiones disponibles son capaces de aprovechar la resolución y velocidad del panel. Destaca la presencia del estándar HDMI 2.1 en las dos entradas HDMI disponibles, que es el que realmente permitirá obtener 4K a 120 Hz en las videoconsolas. Es un añadido importante, porque no todos los monitores gaming lo tienen y es el único que nos permite sacar todo el partido a las consolas.
Lamentablemente, a cambio perdemos una conexión que sí encontramos en otros monitores de LG: USB-C. En otros modelos, es posible usar esa conexión para cargar el portátil al mismo tiempo que muestra la imagen, pero con este nos tenemos que conformar con HDMI y DisplayPort como puertos de entrada. También tenemos USB 3.0, pero sólo sirve como un 'hub'.

El punto positivo es que todos los puertos son fácilmente accesibles y la instalación es muy sencilla. Estoy convencido de que LG es la mejor marca en ese sentido, ya que en apenas unos minutos podemos tener el monitor funcionando sin ninguna dificultad. La peana se une al panel con un 'click', y la base con los dos tornillos integrados. No hacen falta herramientas ni nada, y el resultado es impactante. Al igual que otros productos 'gaming', LG opta por un diseño más llamativo que con sus monitores de trabajo, con acentos en color rojo muy llamativos y formas geométricas más agresivas. No podía faltar la iluminación, que en este caso es RGB y en el círculo en la trasera del monitor que rodea a los puertos y a la peana. Una iluminación que se puede configurar en un control especialmente dedicado, una rueda por la que podemos pasar por varios efectos predeterminados o iluminación estática con un color, y aumentar o disminuir el brillo. A la máxima potencia, es capaz de iluminar nuestro alrededor, pero no es molesta.
Tecnología Nano IPS
Este modelo de LG destaca frente al resto por estar basado en la tecnología Nano IPS. Se trata de una mejora frente a los paneles IPS 'tradicionales', y es la alternativa a tecnologías de otros fabricantes como Quantum Dot de Samsung. La idea es similar, implementar una enorme cantidad de pequeñas partículas reflectoras de la luz, con la que es posible manipularla de manera más precisa.
El resultado es que estos paneles son capaces de mostrar una mayor cantidad de colores. LG promete que es capaz de cubrir el 98% del espectro de color DCI-P3, y no tengo motivos para dudarlo. En mis pruebas, ha sido capaz de mostrar escenas vibrantes que en otros monitores son más 'apagadas'.

Es un punto fuerte que se nota más cuando jugamos a videojuegos coloridos, o simplemente cuando estamos viendo las fotos que hemos tomado; la mayor cantidad de colores disponibles permite mostrar el contenido con mayor fidelidad y eso se nota, y en mi caso el monitor venía calibrado de fábrica perfectamente. Sin embargo, no siempre queremos tantos colores, y por eso el monitor viene con un modo sRGB que 'reduce' la cantidad de colores mostrados cubriendo el 100% de sRGB, algo ideal para creadores de contenido, o simplemente si queremos una representación más básica.
Por supuesto, sigue siendo un panel IPS, así que sigue contando con las mismas ventajas, incluyendo unos ángulos de visión perfectos. Da igual desde dónde mires este monitor, siempre muestra los colores con la misma precisión, por lo que no hace falta ponernos en una postura exacta para la mejor experiencia. El brillo también es muy bueno, de 400 cd/m2 según LG y que en mis pruebas ha dado buenos resultados incluso con la habitación iluminada.

Lo malo es que también viene con las desventajas de IPS, concretamente la representación de negros. Es algo que se nota especialmente en escenarios oscuros en nuestros videojuegos, o en películas con escenas con muchas sombras; en ese caso, los negros no son absolutos y se podría decir que son grises oscuros. Pero donde realmente lo notaremos es en contenido HDR. Aunque este monitor tiene el certificado DisplayHDR 600, lo ha conseguido gracias a su brillo y no al contraste, que es algo bajo. Así que las películas y videojuegos en HDR no se ven muy bien, hasta el punto de que no recomendaría este monitor si esa es tu prioridad. Lamentablemente, la única manera de conseguir negros perfectos es con una pantalla OLED y, por el momento, les está costando llegar al sector de los monitores.
Rápido y con muchas opciones
Pero este es un monitor gaming y como tal, la calidad de la imagen es algo importante pero secundario. Lo que realmente queremos es que sea rápido, y aquí es donde podemos decir que LG ha dado la talla.
Para empezar, como hemos comentado la frecuencia de refresco es de 144 Hz, suficientemente rápido para la mayoría de los jugadores; sólo si somos profesionales notaremos una mejora con un monitor a 240 Hz o 360 Hz como los que ya hay. Pero si eso no es suficiente, aún podemos 'exprimir' un poco más el panel. El 27GP950 incluye un modo 'overclock' en la configuración, que nos permite aumentar la velocidad de refresco hasta los 160 Hz. Realmente no es algo que recomiende a todo el mundo, ya que al fin y al cabo estamos forzando el monitor y eso se puede traducir en un menor tiempo de vida; la propia LG advierte en el menú que podemos encontrarnos fallos visuales si lo activamos. Aún así, en mis pruebas ha ido bien, y es bueno tener esta opción, pero no estoy seguro de que merezca la pena activarla.

Como ya es habitual, este 27GP950 tiene sincronización adaptativa, y es compatible tanto con G-Sync de Nvidia como con FreeSync de AMD; he podido probarlo con este último sin ningún tipo de problema, siendo reconocido por los drivers de la gráfica como un monitor FreeSync Premium.
El tiempo de respuesta, la cantidad de tiempo que pasa entre que cada píxel cambia, también está a buen nivel. LG afirma que el cambio de gris a gris tarda sólo 1 ms, pero como siempre, esas cifras se tienen que coger con pinzas; en la práctica, siempre será superior a eso, pero en mis pruebas no he encontrado los fallos gráficos típicos de un alto tiempo de respuesta, como el 'ghosting' (cuando un objeto parece dejar una 'estela' detrás). De hecho, este monitor se ha comportado perfectamente sin importar el tipo de juego. Tenemos muchas opciones para mejorar el tiempo de respuesta, aunque como siempre, si lo forzamos demasiado corremos el riesgo de ver artefactos visuales, aunque ese no ha sido mi caso.

Es de agradecer que el 27GP950 que tenga tantas opciones. LG ha implementado un menú diferente al del resto de sus productos, que nos permite ajustar la imagen justo como queremos. Tenemos varias configuraciones por defecto, o bien podemos modificar la imagen y aspectos como la velocidad de respuesta; incluso tiene añadidos curiosos como un medidor de frames por segundo integrado.
Pequeño pero matón
El LG Ultragear 27GP950 es la nueva referencia de monitores gaming de resolución 4K, pero lo consigue con un precio algo elevado para el reducido tamaño de 27 pulgadas. Sin embargo, otra manera de verlo es que, si estás interesado en este monitor, el precio no debería ser un problema.

Y es que ejecutar juegos a resolución 4K y 144 Hz requiere un hardware muy potente que no todo el mundo tiene a su disposición. Incluso las tarjetas gráficas más potentes del mercado aún tienen dificultades en algunos juegos a resolución 4K, así que aprovechar los 144 Hz, no digamos ya los 160 Hz, es difícil. En ese contexto, si tienes el PC adecuado, este monitor es el acompañamiento perfecto. En cambio, si no has podido comprar una de las nuevas tarjetas gráficas de Nvidia o AMD, tal vez sea más recomendable optar por un monitor de resolución 2K, que en este tamaño de 27 pulgadas sigue siendo bueno.