La compañía automovilística Ford, está trabajando en una nueva tecnología para poder conectar semáforos inteligentes con ambulancias, coches de policía o camiones de bomberos, para que se pongan en verde cuando estos vayan a pasar con el fin de ahorrar tiempo y que lleguen antes al lugar de la emergencia.
Cuando ocurre algo, el primer objetivo que tienen los vehículos de emergencia es llegar al lugar del accidente lo más rápido posible, para ello es importante encontrar la ruta más rápida hasta allí y en la mayoría de las ocasiones esto pasa por los semáforos que hay en el camino.
Aunque ya no es solo eso, sino que también es común que los vehículos de emergencia sufran algún tipo de accidente por saltarse un semáforo en rojo mientras intentan recortar los tiempos de llegada. Por eso mismo, Ford estaría trabajando en una tecnología de semáforos conectados que podrían ponerse en verde automáticamente cuando uno de estos vehículos de emergencia se acerca.
Así, las ambulancias o coches de bomberos no tendrían ni que parar a esperar el semáforo, ni tampoco poner en peligro su vehículo ni al resto de conductores por pasar en rojo. La comunicación entre los vehículos y los semáforos es posible gracias a la tecnología C-V2X (Cellular Vehicle-to-Everything), una plataforma unificada que conecta los vehículos con la infraestructura de la carretera.
Aunque la prueba no fue solamente específica para vehículos de emergencia, sino que se trataba de un proyecto para probar vehículos automatizados y conectados a infraestructuras en red en autopistas y zonas urbanas.
Y es que esta tecnología podría ayudar también a reducir atascos, ya que informa sobre el estado de los semáforos por lo que el conductor podría encontrar otra ruta e incluso ofrece la información necesaria para que el coche sepa cuándo se pondrá en verde el semáforo.
Para llevar a cabo las pruebas, utilizaron un E Ford Kuga Plug-In Hybrid en una carretera en Aanchen, Alemania, con ocho semáforos consecutivos y equipados con dicha tecnología. Se hicieron dos pruebas, una simulando una ambulancia, donde el semáforo detectó el vehículo acercándose, se puso en verde automáticamente y una vez que había pasado se volvió a poner en rojo.
La otra prueba fue simulando un coche normal, que cuando la luz estaba roja, la tecnología lo detectaba y frenaba poco a poco el coche mientras se acercaba al semáforo para que no tuviese que detenerse, es decir si el coche iba a 50 km/h pasaba a 30 km/h para llegar al cruce y tener la luz verde.
"El control inteligente de los semáforos ayuda a salvar vidas cuando cada segundo cuenta y también reduce los tiempos de espera innecesarios y las emisiones de CO2" declaró Michael Reinartz, director de Servicios de Consumo e Innovación de Vodafone Alemania.