Intel ha anunciado hoy la primera fase de su proyecto en Europa, donde planea invertir alrededor de 80.000 millones de euros a lo largo de los próximos 10 años para mejorar toda la cadena de valor de los semiconductores que va desde el desarrollo de I+D hasta la fabricación de esta tecnología.
Hoy, la compañía ha anunciado la primera fase de este proyecto a futuro en Europa, en la que países como España, Alemania, Francia, Irlanda, Polonia e Italia recibirán financiación para mejorar sus infraestructuras y convertir a Europa en un ecosistema de chips de nueva generación.
"Esta amplia iniciativa impulsará la innovación en I+D de Europa y traerá la fabricación de tecnología punta a la región en beneficio de nuestros clientes y socios de todo el mundo. Nos comprometemos a desempeñar un papel esencial en la configuración del futuro digital de Europa durante las próximas décadas." Señala Pat Gelsinger, CEO de Intel.
En esta primera fase, Intel pretende invertir alrededor de 33.000 millones de euros en infraestructuras. En el caso de España, la compañía lleva ya varios años trabajando en Barcelona con el Centro Nacional de Supercomputación. A pesar de que no han especificado de cuánto será la inversión en nuestro país los objetivos son desarrollar la arquitectura de zettascale a la vez que avanzar en computación.

Pero en esta primera fase, el proyecto más grande es el de la creación de dos fábricas de semiconductores en Alemania, donde invertirán 17.000 millones. Los planes son que estén listas para 2027 y que generen más de 7.000 puestos de trabajo, el motivo por el que se ha escogido esta localización es porque el país germano está en el medio de nuestro continente, además de la buena infraestructura y ecosistema de proveedores y clientes.
Encontramos que Irlanda será el país que más inversión recibirá detrás de Alemania, con 12.000 millones de euros para expandir el ya existente proyecto y ampliar los servicios de fundición. A su vez Italia está en negociaciones con la compañía para traer la primera fábrica de back-end en Europa, mientras que se plantea crear en Francia el centro europeo de I+D convirtiendo al país en la sede europea de Intel para la informática de alto rendimiento.
Esta inversión será beneficiosa para ambas partes, por un lado, Intel podrá acelerar las capacidades de diseño de nuevos chips con tecnología punta, mientras que impulsará la industria europea y atraerá a más desarrolladores e ingenieros para que lideren el futuro digital y ecológico de Europa.