
Una versión modificada del helicóptero Black Hawk UH-60 ha volado por primera vez sin ninguna persona a bordo gracias al uso de tecnologías que en un principio eran para facilitar la conducción a los pilotos, pero han demostrado tener capacidades autónomas para volar.
El proyecto, liderado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA) junto a Sikorsky, han realizado esta semana dos vuelos bajo el programa Sistema de Automatización en Cabina de Trabajo de Tripulaciones Aéreas o ALIAS por sus siglas en inglés.
Hasta el momento, solo se ha publicado información sobre la primera prueba. El Black Hawk UH-60 voló sin ningún tripulante a bordo durante 30 minutos por encima del Fuerte Cambell en Kentucky, Estados Unidos. El programa, que comenzó en 2014, integra la tecnología de autonomía Sikorsky MATRIX, que combina componentes de software y hardware que interactúan con el control mecánico y electrónico que hay en las aeronaves.
El helicóptero realizó con total éxito todas las maniobras intentadas de manera autónoma. Desde el despegue al aterrizaje e incluso se simulo un escenario con obstáculos que tenía que esquivar. Todo el proceso fue controlado desde una sala de control.
"Con ALIAS, el Ejército tendrá mucha más flexibilidad operativa" explica Stuart Young, gerente del programa. "Esto incluye la capacidad de operar aeronaves en todo momento del día o de la noche, con o sin piloto, y en una variedad de condiciones difíciles, como entornos visuales conflictivos, congestionados y degradados".
A pesar de que las pruebas hayan sido positivas, se espera que las aeronaves equipadas con ALIAS sigan teniendo pilotos, ya que su diseño inicial era para ser una herramienta de ayuda. Los pilotos pueden usar ALIAS para bien realizar un aterrizaje de emergencia o para asumir el control si los pilotos tienen que centrar su atención en otra cosa.
Las capacidades autónomas que ofrece ALIAS, marcan un antes y un después tanto para la conducción de aeronaves como para la táctica bélica. Ya que la evolución de la Inteligencia Artificial y del aprendizaje automático podrían introducir un nuevo concepto de operaciones en la que no se necesitan pilotos ni tripulaciones aéreas.