La idea del Smart Monitor tiene tanto sentido, que nos extraña que no se haya intentado antes: unir un monitor de ordenador convencional con el software de un televisor inteligente.
Es lógico que haya sido Samsung la que haya intentado algo semejante con su gama de monitores Smart Monitor; no en vano, es la compañía de las Smart TVs, una de las que más ha avanzado en convertir el televisor de toda la vida en un producto de alta tecnología, capaz tanto de conectarse a cualquier servicio de streaming, como de responder a las preguntas que hacemos en voz alta.
Así que, ¿por qué no llevar esa tecnología a los monitores? El Smart Monitor M5 es uno de los resultados de responder a esa pregunta, un monitor que tiene todo lo necesario para convertir nuestra habitación en un "cine en casa".
Así es el Smart Monitor
Claro, que a simple vista realmente no hay mucha diferencia. El M5 que he podido probar es un monitor convencional como cualquier otro, y no hay nada que lo diferencie de un modelo de gama media/baja. Lo cual tiene sentido, ya que su precio de partida es de 249 euros.
Así que estamos ante un monitor de 27 pulgadas que realmente tiene poco en común con los espectaculares televisores que Samsung ha lanzado en los últimos años. El diseño es funcional, pero tampoco mucho. La peana no me ha gustado en absoluto por no ofrecer ningún tipo de movimiento, y encima hace falta instalarla con dos tornillos; al menos tenemos los puertos para conectar un soporte VESA si ya tenemos uno. Sólo podemos mover el monitor un poco a los lados y ponerlo en un ángulo más vertical, pero esperaba más versatilidad para poder verlo desde cualquier ángulo en nuestra habitación.

Como novedad para el modelo del 2021, ahora podemos conseguir el Smart Monitor M5 en color blanco, más elegante y agradable a la vista, pero con el diseño básico que tiene no hará milagros. Tampoco ayudan los bordes, que aunque no son los peores que he visto están ahí, y no ayuda que el borde del plástico sea blanco.
Pero lo que Samsung se ha ahorrado en diseño, lo ha invertido en tecnología; ese es el motivo por el que te comprarías este monitor, al fin y al cabo.
Como una Smart TV
Nada más encender el monitor, te das cuenta de que la experiencia es muy parecida a la de un televisor inteligente, si bien no idéntica. Lo primero que tenemos que hacer es introducir nuestra red WiFi para que el monitor se pueda conectar a Internet, y así iniciar sesión con nuestra cuenta de Samsung (opcional) y en los servicios que queramos usar.

Una vez terminada la configuración, el Smart Monitor se comporta como un televisor, con una pantalla principal desde la que podemos acceder directamente a series y películas. Es, por lo tanto, un dispositivo muy centrado en disfrutar de contenido multimedia, y la selección de apps preinstaladas así lo refleja, con Netflix, Prime Video, Spotify y YouTube disponibles de manera inmediata.
Así que inmediatamente podemos ponernos a ver el último estreno, sin necesidad de hacer nada más. El Smart Monitor M5 de 27 pulgadas ya incluye altavoces, y aunque no son muy potentes (de 5 W), son capaces de cubrir de sonido una habitación normal sin problemas. El sonido da preferencia a los graves, como era de esperar, pero aún así la experiencia es relativamente buena si no tenemos grandes expectativas de unos altavoces integrados.
Como también debemos controlar nuestras expectativas con la calidad de imagen. Con una resolución de 1080p, este panel de tecnología VA no es precisamente el mejor que Samsung ofrece en su gama, y se nota. Es perfectamente válido para ver películas a la distancia típica de una habitación, pero sólo hace falta fijarse un poco para darse cuenta de la falta de resolución. Aún así, no esperaba mucho más por el precio, así que en ese sentido recibimos lo que pagamos.

Al estar basado en el sistema operativo Tizen de Samsung, también tenemos acceso a la tienda de apps de Samsung, desde la que podemos instalar más servicios y aplicaciones; lamentablemente, esta versión no ofrece una gran selección, seguramente por las limitaciones técnicas del monitor.
Al igual que una Smart TV, el Smart Monitor tiene un procesador interno para poder ejecutar todas las apps y el sistema operativo; recordemos que, hasta ahora, no hemos conectado nada al monitor. Así que estamos limitados a lo que el procesador pueda hacer, y no es mucho; no tenemos acceso a videojuegos ni a aplicaciones especialmente pesadas. Pero no tendremos problema alguno en instalar nuestra app de streaming favorita, o incluso instalar algunas apps para niños.
Algo más que ver películas
Y si queremos conectar algo, tenemos varias opciones. Por cable, el Smart Monitor M5 de 27 pulgadas tiene dos puertos HDMI 2.0, uno de ellos compatible con eARC para conectar una barra de sonido, por ejemplo. Es con estos puertos que podemos conectar nuestro ordenador; en cuyo caso, en el sistema podremos elegir la salida de vídeo y usarlo como con un monitor cualquiera. En este modo, realmente no se diferencia de otros monitores. Por supuesto, también podemos conectar una consola de videojuegos, y en ese caso tendremos acceso a un "Modo juegos" en el sistema operativo, aunque en ningún caso podremos superar la frecuencia de refresco de 60 Hz que tiene este panel.

La otra opción es conectar nuestro móvil de manera inalámbrica, aunque Samsung realmente quiere que uses un modelo de su marca; funciones como Tap View, que nos permite simplemente poner el móvil al lado de la pantalla para sincronizarlos, son exclusivas de móviles Samsung. Como también lo es DeX, el modo de los móviles Samsung que nos ofrece un escritorio como el de un ordenador, desde el que usar apps de trabajo a pantalla completa.
Curiosamente, si tienes dispositivos de Apple tendrás una gran experiencia, ya que el M5 es compatible con AirPlay 2, que nos permite conectar nuestro iPhone o incluso nuestro MacBook para ver la pantalla del portátil sin necesidad de cables.

Pero sin duda alguna, la función que me ha parecido más interesante es la de acceso remoto de Office 365. Sólo con iniciar sesión con nuestra cuenta de Microsoft, podemos trabajar con documentos de Office directamente en el monitor, sin necesidad de ordenador; con las dos conexiones USB incluidas es posible conectar un teclado y un ratón y trabajar directamente en el monitor.
Perfecto para la habitación
Por su tamaño y sus características el Samsung Smart Monitor será especialmente útil para quienes quieren tener un televisor en la habitación, pero tienen limitaciones de espacio y precio. Al cumplir la función de monitor y televisor, podemos usarlo para una tarea o para otra cuando lo necesitemos.
En ese sentido, el Smart Monitor de 27 pulgadas cumple estas funciones perfectamente, ofreciéndonos una experiencia muy parecida a la de una Smart TV de Samsung, pero en un formato más pequeño. Merecen especial mención las funciones de acceso remoto y la compatibilidad con servicios como Office 365, AirPlay 2 y Samsung DeX, que hacen de este uno de los monitores más versátiles del mercado.

La gran crítica que le puedo hacer a este Smart Monitor es que no tiene sintonizador de televisión; en otras palabras, no puedes conectarlo a la antena y ver la TV normal como podrías hacer con un televisor convencional. Sólo es posible usar las apps para acceder a contenidos a través de Internet, algo que no molestará a mucha gente que ya no ve la televisión, pero es algo a tener en cuenta si esperabas ver canales de televisión "como siempre". El mando a distancia incluido también es mejorable. Los controles no son muy agradables al tacto, especialmente la 'rueda' de control y los controles de volumen.
Con todo, el Smart Monitor es un concepto muy interesante hecho realidad, aunque no sin sus fallas; si la idea te atrae, realmente es la única opción en el mercado que deberías tener en consideración.