Tecnología

Este móvil aguanta todo lo que le echen: probamos el Motorola Defy

  • El nuevo modelo de Motorola resiste agua, polvo y caídas
  • Ya está disponible en España

El Motorola Defy es el nuevo móvil 'rugerizado' de la compañía, diseñado para ser usado en las situaciones más difíciles.

Una de las grandes quejas que los usuarios tienen con los smartphones modernos es que son demasiado frágiles, especialmente entre los que pudieron disfrutar de los 'ladrillos' que no se rompían ni queriendo. El uso de componentes más avanzados y materiales de mayor calidad como el cristal ha repercutido en la resistencia de los dispositivos.

Hay excepciones, por supuesto. Siempre habrá demanda de móviles resistentes, ya sea para trabajadores o para entusiastas, y hay compañías dispuestas a responderla como Motorola. Su nuevo Defy se presenta como uno de los dispositivos móviles más resistentes de la actualidad, pero ¿merece la pena?

A prueba de todo

Que el Motorola Defy es diferente a la inmensa mayoría de móviles del mercado es algo más que evidente en cuanto lo cogemos. En la mano, da una sensación algo extraña, como si estuviésemos cogiendo un bloque de cemento y no un dispositivo de alta tecnología; los botones son recios y la ergonomía es buena, aunque sea un móvil más grande de lo que debería por el tamaño de la pantalla.

Esta sensación tan extraña se explica, además de por el gran grosor del dispositivo, por el relieve de la carcasa. No sólo cumple un papel estético, diferenciándolo inmediatamente de otros móviles, sino también funcional, ya que evita que el móvil se nos escape de las manos mejorando el agarre. En la trasera también tenemos un recordatorio de lo que hace especial a este móvil: "Dust. Water. Drop. PROOF".

En otras palabras, este móvil es a prueba de todo. ¿Se te ha caído al río mientras estabas cruzándolo? Cógelo y sigue usándolo, gracias a su doble sello que ofrece certificación IP68: es capaz de permanecer a hasta 1,5 metros de profundidad durante 35 minutos, aunque si se cae en agua salada debemos asegurarnos de limpiar el jack de audio de 3,5 mm y el puerto USB-C. Hubiera estado bien tener algún tipo de protección en esas conexiones, pero por lo general, no debería ser un problema.

El diseño del Defy también es algo raro porque es asimétrico, con un "pico" en la parte inferior derecha; aunque estéticamente sea algo raro, está ahí por un buen motivo, para enganchar el móvil al cordón incluido en la caja, que a su vez podemos atar y enrollar a cualquier sitio como nuestra muñeca y así evitar perderlo incluso en las peores situaciones. E incluso si se cae, es capaz de soportar golpes a hasta una altura de 1,8 metros.

Otras ventajas del Defy no se aprecian a simple vista, pero nos ayudarán en el uso diario. Por ejemplo, este móvil es especialmente resistente a las vibraciones, uno de los 'problemas ocultos' de los smartphones modernos. No en vano, recientemente Apple advirtió a los usuarios de que las vibraciones de las motos podían dañar el iPhone. Para evitar estos problemas, por ejemplo si usamos el móvil mientras vamos en bicicleta, el Defy es capaz de soportar vibraciones de hasta 500 hz, MIL SPEC 810H y categoría 4.

También es un móvil que funcionará sin importar la meteorología. Mucha gente no se da cuenta hasta que es demasiado tarde, pero a los móviles no les sienta muy bien los cambios de temperatura extremos; el Defy, en cambio, soporta transferencias entre - 30°C y 75°C sin problemas, algo útil en medio de nevadas cuando volvemos a un lugar caliente.

Completo, pero con limitaciones

Para máxima seguridad, el Defy tiene un lector de huellas dactilares en la parte trasera, justo en el logotipo de Motorola. Es relativamente rápido, aunque es fácil poner el dedo encima de las cámaras traseras al estar estas justo encima. Aún así, la posición es natural y la vibración nos ayuda a encontrar el sitio correcto.

También me ha gustado la inclusión de un botón adicional en el lateral derecho, con el botón de encendido y los de volumen. A diferencia de otros móviles, Motorola nos permite configurar este botón para lo que queramos, convirtiéndose en un acceso rápido a funciones básicas como por ejemplo, la linterna; tenemos tres opciones: pulsarlo una vez para activar el reconocimiento de voz, pulsarlo dos veces o una pulsación larga, y en estos dos últimos casos podemos personalizar las acciones.

En el espectro contrario tenemos la pantalla de 6,5 pulgadas que, sinceramente, no es muy buena incluso si tenemos en cuenta todo lo que hemos contado de la resistencia. Podría pasar por alto la baja resolución (720p) y el tratamiento de los colores, más propios de un modelo de gama baja; pero no puedo perdonar el bajo brillo, en un móvil que está diseñado para ser usado en el exterior. Incluso si lo subimos al máximo, puede no ser suficiente en situaciones de máxima luminosidad. También tenemos que soportar grandes bordes, especialmente en la parte inferior, mientras que en la superior tenemos una cámara frontal con un 'notch' o muesca en forma de gota en vez de agujero.

Es evidente que Motorola ha recortado gastos en todo lo que respecta a la pantalla, para poder invertirlos en los aspectos más importantes de un móvil 'rugerizado' y resistente. Tampoco puede presumir mucho de potencia, con un Snapdragon 662 que va a cumplir dos años dentro de poco y se nota, con puntuaciones de 314 puntos en un núcleo y 1367 puntos en multinúcleo en Geekbench 5, aunque al menos no debería darnos problemas con un uso básico. En cambio, no puedo excusar lanzar un móvil nuevo en el 2021 con Android 10, y hace que me pregunte cómo será el soporte en años venideros.

Las cámaras cumplen, pero creo que son saboteadas por unos algoritmos que actúan demasiado. El sensor principal es de 48 MP y apertura f/1.8 y aunque sobre el papel eso debería dar buenos resultados, en la práctica las fotos salen con un marcado 'efecto acuarela', como si estuviesen pintadas o borrosas en algunos elementos, por lo que se pierden muchos detalles. No tenemos sensor gran angular, pero sí un sensor macro que realmente no sirve de mucho por su baja resolución de 2 MP; es algo que no comprendo, porque este móvil será usado en el exterior, que es donde queremos capturar paisajes y entornos grandes, donde un gran angular sería mucho más útil.

Donde el Defy destaca más es en la batería. Motorola promete dos días de duración con una sola carga, y la verdad es que en mis pruebas se ha acercado mucho; evidentemente, todo depende del uso que le demos, pero no debería dejarnos tirados. Soporta carga rápida de hasta 20 W con el adaptador incluido en la caja.

Cumple una función, y la cumple bien

El Motorola Defy es un móvil especializado en una tarea, y en ese sentido, puedo decir que la cumple con creces. Es resistente, y nos ofrece la seguridad que buscamos cuando estamos en entornos difíciles; en ese sentido, realmente no podemos pedir más y las cifras presentadas por Motorola son lo que realmente te atraerán de este móvil.

Pero el Defy sólo es recomendable si la resistencia es tu prioridad absoluta; queda demasiado por detrás de otros modelos por el mismo precio. Y es que este Motorola Defy cuesta 329,99 euros, y por esa cantidad podemos conseguir móviles punteros con muy buen hardware; pero claro, la mayoría se romperá instantáneamente sólo con sufrir lo que este Defy es capaz de aguantar sin siquiera intentarlo.

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