
Llegan los meses de calor del año y, aunque la vida vaya recuperando su normalidad, es posible que este verano pasemos más tiempo en casa que años anteriores. Suele ser difícil optar por un dispositivo cuando se trata de mantener la casa a una buena temperatura e inciden muchos factores: el espacio, el gasto energético y económico, el impacto ambiental, la estética, la funcionalidad...
Por eso, desde elEconomista presentamos diferentes opciones para elegir la que mejor se adapte a las necesidades de cada uno y viendo los pros y los contras de cada dispositivo tecnológico.
Ventiladores de pie
Los tradicionales ventiladores de aspa son, probablemente, los más comunes junto con el aire acondicionado. Consumen mucho menos que este último y también suponen un impacto menor en el medioambiente. También pueden adquirirse con mando a distancia e incluso programarse según el modelo.
Pros: Disponen de varias velocidades, pueden girar hasta 180 grados y suelen ser regulables en altura. No hacen demasiado ruido cuando están a bajas velocidades y son muy estables por su base ancha y fáciles de colocar. Son la opción más barata.
Contras: Cuando el ambiente está demasiado cargado y hace mucho calor hay muchas posibilidades que reparta sea aire templado. Su tamaño es grande así que pueden ser incómodos para colocar en algunas zonas de la casa.
Ventiladores de torre
Un paso intermedio entre el aire acondicionado y los ventiladores de pie: no consumen ni tienen el impacto medioambiental que tiene el aire acondicionado, pero lanzan aire frío de una forma eficaz. Esta opción y los ventiladores de pie son las más cómodas (y casi las únicas) en caso de que no se pueda realizar la instalación de otros dispositivos. Aunque son más caros, hay algunos modelos muy elegantes.
Pros: Son más pequeños y fáciles de almacenar que los ventiladores de pie y suelen tener varios "programas", por lo que son aptos para cualquier zona del hogar. Muchos modelos también giran para poder llegar a toda la estancia. Son programables y pueden incorporar mando a distancia. Aunque no se pueden regular en altura ni inclinar demasiado, su columna ayuda a que el aire se extienda adecuadamente.
Contras: no son regulables en altura ni en inclinación. Su base es más pequeña e inestable. Son más caros que los de pie.
Aire Acondicionado
Lo más usado, sobre todo cuando se trata de casas muy cálidas y espacios muy grandes como oficinas, estancias grandes de la casa o zonas de trabajo.
Pros: Es tremendamente eficaz, enfría la estancia en poco tiempo y se puede programar y regular fácilmente. Aunque la instalación es costosa, nos da la seguridad de que puede durarnos muchos años.
Contras: Principalmente, el gasto energético y el impacto medioambiental. Se trata de la opción más cara de las que planteamos, un factor sin duda a tener en cuenta y que echa para atrás a muchos usuarios a la hora de encenderlo. Además, el calor frío que expulsa a la estancia se contrarresta con el aire caliente que echa al exterior. Emite gases de efecto invernadero y provoca sequedad en el ambiente.
Debes saber: Aunque a veces vendan aires acondicionados con un supuesto menor impacto, la realidad es que solo limpian el aire que está dentro de la casa de partículas nocivas y polvo. Reducir el impacto y el gasto está en manos del usuario, con gestos como comprar los aparatos más eficientes, cerrar bien las ventanas a la hora de usarlo, intentar mantener la estancia fresca de forma natural a través de toldos y persianas o no programar el aire demasiado fuerte (no más de doce grados de diferencia con la temperatura exterior).
Ventiladores de aspas o techo
Si tenemos la opción de colocar estos dispositivos, sin duda suponen una ventaja a la hora de enfriar el hogar u otras estancias. Son discretos, no ocupan espacio y en muchas ocasiones son programables. Distribuyen el aire de forma regular.
Pros: Son muy económicos, consumen más o menos como una bombilla de 60W, aunque todo depende de la potencia a la que se ponga. Son decorativos, se puede elegir infinidad de modelos y son de fácil instalación. No emiten corrientes de aire frío, por lo que no secan el ambiente y evitan que se irriten los ojos o la garganta.
Contras: Aunque se pueden instalar toda clase de versiones, las lámparas no suelen tener la misma iluminación que una lámpara normal. Al igual que el ventilador de pie, no expulsan aire, solo lo mueven. Pueden ser peligrosos para los niños si se encuentran mal colocados o en techos bajos.
Otras soluciones tecnológicas
También se puede optar por instalar, en caso de que se pueda, un suelo radiante refrescante, un sistema de bomba de agua que permite enfriar la estancia no por debajo de los 19 grados. Aunque es una opción barata (no de instalar, pero sí de usar) y que es eficiente, además de que nos evita las consecuencias de exponernos a una corriente de aire, no es válida para todas las zonas ni estancias, por lo que lo mejor es hablar con un especialista.
En ambientes muy húmedos, una buena opción puede ser un deshumidificador, que absorbe el vapor de agua presente en la habitación y hace que el ambiente sea más seco (y reduce la temperatura percibida). Son portátiles y pequeños.
Asimismo, se puede optar por un aire acondicionado portátil, un dispositivo parecido al ventilador de torre, pero con forma rectangular y que, generalmente, incorpora deshumidificador. Aunque son portátiles, ocupan bastante (como un radiador enchufable, más o menos). No son la opción más barata, aunque son asequibles.