Tecnología

El asteroide que nos "visitará" el 29 de abril no chocará contra la Tierra (aunque podría destruirnos si lo hiciera)

  • El objeto mide entre 1,9 y 4 km de diámetro
  • Las trayectorias están calculadas con más de 100 años de antelación
Asteroide / NASA

El próximo 29 de abril un asteroide pasará relativamente cerca de la Tierra, según la NASA, quien en 1998 lo calificó como un "objeto potencialmente peligroso". El 1998OR2 (una nomenclatura que indica cuándo se observó por primera vez) pasará a 6,2 millones de kilómetros de la Tierra (unas quince veces más distancia de la que hay de la Tierra a la Luna), lo que significa que las posibilidades de que impacte son muy bajas. Aunque su órbita pase cerca de la nuestra, no podremos observarlo a simple vista (a no ser que dispongamos de un telescopio potente), según ha explicado a elEconomista el divulgador científico Alex Riveiro.

Estas últimas semanas, se ha creado cierta alarma en torno a que este asteroide podría impactar a finales de abril contra la Tierra, convirtiéndolo en un meteorito que destruiría nuestro planeta. No es que no pudiera hacerlo, pues se estima que mide entre 1,9 y 4 km de diámetro (la observación del tamaño de estos cuerpos es complicada): "si chocase contra la Tierra, haría mucho daño; el asteroide más grande más cercano a la Tierra es el 1999JM8, que tiene entre 3 y 7 km. Hablamos de que el asteroide que extinguió a los dinosaurios hace 65 millones de años medía unos 10 km, así que se trata de una roca que causaría muchísimo daño", igual que en el caso del objeto que "nos visitará" el próximo 29 de abril.

"Por un lado, es verdad que hay un poco de catastrofismo y conspiración, pero luego es principalmente por los medios y el tratamiento que se hace de este tipo de noticias. Cuando la NASA avisa de que se trata de un "objeto potencialmente peligroso", significa que es un objeto lo suficientemente brillante (que quiere decir que es lo suficientemente grande como para que se vea) y que, por su órbita, se puede acercar a menos de 7,5 millones de km de la Tierra porque eso quiere decir que es posible (no es ni mucho menos inevitable) que en algún momento futuro pueda chocar con la Tierra", explica Riveiro.

Pero, entonces, ¿podrían estos objetos chocar contra la Tierra? ¿Cómo podemos saber lo que pasará?

Cuando se detectan, estos objetos se observan durante varios días y se puede extrapolar cuál es su órbita y calcular dónde va a estar el objeto en cada punto y donde va a estar la Tierra. Cuando ya hay suficientes datos para poder determinar la órbita de un asteroide se puede saber cuál va a ser su trayectoria los próximos 100, 150 o 200 años. "Los cálculos son muy certeros hasta los 200 años incluso, porque a partir de ahí hay que tener en cuenta el impacto de otras perturbaciones gravitacionales que pueden ir ocurriendo a una escala mucho más grande", explica Riveiro, "el 98% de los objetos que se han documentado hoy en día tienen una órbita lo suficientemente determinada como para saber que en los próximos 100 o 150 años ninguno va a chocar con la Tierra".  

¿Y qué pasa con los no conocidos? Se trata de objetos más cercanos a la Tierra, pero hay que pensar que los más destructivos son los más grandes y, por lo tanto, los más fáciles de observar. Es muy difícil que un objeto de más de un kilómetro de diámetro vaya a pasar desapercibido. Se siguen descubriendo asteroides más pequeños, pero la destrucción que causarían sería mucho menor.  

Para explicar la precisión y el control que se tiene sobre este tipo de objetos, Alex Riveiro explica el ejemplo del Apofis, un asteroide que pasó cerca de la Tierra en 2004. Al detectarse este asteroide, se vio que tenía una probabilidad de impacto mayor que la habitual: "Cuando se descubrió, se calculó que había una posibilidad remota de que chocara contra la Tierra, pero, aun así, era una probabilidad bastante alta comparado con lo habitual. No pasó nada, claro, pero desde ese momento se dijo que la comunidad científica debía monitorizar a Apofis para calcular su órbita y saber qué hacer si se deducía que en algún momento iba a chocar con la Tierra. Se determinó que en 2029 pasaría a 30.000 kilómetros de la Tierra, que es muy poco (los satélites estacionarios se encuentran a 35.000) pero se supo su órbita con 25 años de antelación", explica Alex Riveiro.  

Apofis mide 370 metros, mucho más pequeño que el asteroide que pasará este mes "cerca" de nuestro planeta: "Si chocase, tendría un impacto regional. Por ejemplo, si chocase en Madrid toda la zona de España, Portugal y parte de Francia y Marruecos sentirían mucho las consecuencias. Madrid y alrededores quedarían totalmente arrasados. Pero no acabaría con la humanidad". 

La NASA, la Agencia Espacial Europea, la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial y otras organizaciones que se dedican a la observación y recopilación de datos de estos objetos, entre otras tareas, comparten esta información y los ciudadanos pueden acceder a ella y consultarla en una web de la NASA

Un objeto que sí podremos observar próximamente es el cometa Atlas, descubierto el 28 de diciembre de 2019 y que ha aumentado notablemente su brillo en los últimos meses, lo que podría convertirle a finales de mayo en el cometa más brillante de los observados en nuestra historia. Aunque recientemente ha perdido un poco de brillo y es posible que se esté fragmentando, los científicos esperan que podamos observarlo en mes y medio a simple vista incluso a plena luz del día.  

La tecnología del espacio 

En 2021, la NASA espera mandar al espacio el telescopio James Webb, el sucesor del Hubble, que previsiblemente podrá responder a las grandes preguntas de la cosmología como qué sucedió después del Big Bang o si en los exoplanetas hay posibilidad de vida (si hay agua líquida y atmósfera habitable, principalmente). James Webb tendrá una gran capacidad de resolución que le permitirá observar a planetas como Júpiter o Saturno y analizar su atmósfera. Se espera que con él se puedan estudiar lugares remotos del universo.

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