
La herramienta de traductor de Google llevaba cuatro años sin agregar nuevos idiomas. No es poco, y la incorporación de cinco idiomas más ha permitido a millones de usuarios poder hacer uso de la web.
Estas cinco lenguas son el kinyarwanda, el principal idioma de Ruanda, hablado por unas nueve millones de personas; el odia u oriya, hablado en el estado indio de Orissa y hablado por 31 millones de personas; el tártaro, usado por seis millones de personas en la república rusa de Tartaristán, en Baskiria, en Crimea y otras comunidades de Rusia; el turcomano, hablado por más de tres millones de personas en Turkmenistán y por tres millones más en otros países como Irán, Afganistán o Turquía; y el uigur, que tiene más de siete millones de hablantes en la región autónoma Uigur de Xinjiang, donde está reconocida como lengua cooficial con el chino.
Esto lleva el total de idiomas admitidos a traducir por Google a 108, todos compatibles con la traducción de textos y sitios web, aunque no todos compatibles con la entrada de teclado virtual.
Una de las dificultades que enfrenta Google a la hora de agregar idiomas menos conocidos y utilizados es tener acceso a contenido web para poder entrenar y realizar traducciones correctas. El equipo de Google Translate está utilizando los avances en la tecnología de aprendizaje automático para ayudar a superar este obstáculo, pero también depende de la comunidad de Google Translate para obtener ayuda. Entonces, a pesar de que estos nuevos idiomas son compatibles, Google está muy interesado en que cualquiera que los hable se una a la comunidad y ayude a continuar mejorando sus traducciones.