Tecnología

La defensa de la soberanía digital europea, objetivo clave de la CE

  • El CECE preparará a la UE para la era digital con la mirada puesta en el usuario

Antes del próximo 21 de Diciembre deberá transponerse a la legislación española el código europeo de comunicaciones electrónicas (CECE), pieza clave en el desarrollo de un mercado único digital europeo, anticipado en Mayo de 2015 por Jean Claude Juncker y asumido por la actual Comisión Europea como parte de una de sus seis prioridades hasta 2024: preparar a la Unión Europea para la era digital, facilitando la adopción por los ciudadanos de las tecnologías más avanzadas, con tres objetivos primordiales: promover la competencia, desarrollar el mercado interior y velar por los intereses de los usuarios finales.

El CECE es un instrumento profuso de armonización de las características de los mercados de comunicaciones electrónicas en los Estados miembros de la UE, que actualiza por lo que respecta a España las previsiones de la Ley General de Telecomunicaciones vigente desde 2014 y que ha acompañado al cumplimiento en términos de oferta de conectividad con la extensión y rendimientos previstos en la Agenda Digital 2020 de la UE, en razón de los hitos de desarrollo tecnológico y comercial de este sector fundamental de la economía, con impactos notables en el crecimiento económico y la productividad, consagrando la separación de la provisión de redes y la prestación de servicios de comunicaciones por razón de la funcionalidad en lugar de sus características técnicas y garantizando la interoperabilidad extremo a extremo; el acceso alternativo y en igualdad de derechos de los usuarios a las comunicaciones interpersonales basadas en recursos públicos de numeración o no, sobre el protocolo de Internet y finalmente el transporte de señales asociado a la difusión audiovisual, al margen de los contenidos.

El CECE reconoce la evolución en los parámetros definitorios de las redes de comunicaciones, superando la atención en el aumento del caudal de ancho de banda e incorporando explícitamente la latencia, la disponibilidad y la dispersión de accesos, apoyándose en las especificaciones de las redes de fibra óptica y celulares, asumiendo el principio de neutralidad tecnológica que debe facilitar la competencia entre redes en razón del rendimiento.

La protección de los datos de carácter personal y el acceso a los mismos en concepto de remuneración desarrollado en el CECE alcanza a las cada vez más comunes situaciones en las que la identificación personal es requisito para la recepción de un servicio de comunicaciones en Internet y cuando se hace imprescindible para recurrir a un punto de respuesta de seguridad pública, en el marco de los servicios de emergencia. Adicionalmente, se prevé el cifrado de las comunicaciones como garantía de su integridad y se exige el cumplimiento de ciertas requisitos de recursos y procedimientos, sujetas a las auditorías pertinentes.

El CEPE preparará a la UE para la era digital con la mirada puesta en el usuario

Se plantea una meta de conectividad, en forma de resultados, para que el conjunto de la Unión Europea disfrute de los más altos niveles de acceso y utilización generalizada de las redes de muy alta capacidad, de modo que más del 90 por ciento de las poblaciones con menos de 5.000 habitantes tengan acceso a redes de comunicaciones ultrarrápidas a precios razonables que respondan a una concurrencia efectiva y ordenada de ofertas, habida cuenta de que el CECE aborda la configuración adecuada de paquetes y ofertas a usuarios finales, un uso eficiente del espectro radioeléctrico como recurso escaso de titularidad pública, en un marco de innovación abierta, fomentada por unos planteamientos regulatorios comunes y previsibles, que propicien la cohesión territorial y el fomento de una inversión suficiente en infraestructuras y servicios, facilitando el desarrollo de negocios de interconexión transnacionales, que resultan en una identificación sobre un territorio extendido de las posiciones de mercado de los proveedores, con implicaciones diversas para la fijación de obligaciones de servicio universal y la financiación del mismo, con la impronta que pueda derivarse de la concentración de las comisarías de Competencia y Mercado Digital ahora bajo responsabilidad de la Vicepresidenta Vestager.

No obstante su amplitud y en algunos casos reiteración, el CECE sirve al propósito de fijar condiciones uniformes para el desarrollo de las telecomunicaciones en el territorio de la UE, amparado en la aplicación uniforme del principio de mínima intervención administrativa, en la confluencia de las facultades de los poderes públicos relativas a la extensión y modernización de las mallas tecnológicas, a la protección de la iniciativa privada para la oferta de servicios y a la creación de marcos de cooperación entre entidades a la vez competidoras y colaboradoras, en aras del interés público.

La cohesión territorial y el apoyo armónico al crecimiento económico en la UE guían los avances hacia un mercado único de telecomunicaciones que eventualmente habrá de contemplar la posibilidad de concentración de proveedores de servicios, ejercer una vigilancia preventiva sobre la irrupción de nuevas figuras comercializadoras con notable posición de mercado en espacios adyacentes y mínimas obligaciones de inversión que pueden distorsionar los términos de intercambio y reconocer la importancia de las plataformas globales (Google, Facebook, Microsoft, Amazon) tanto en la composición de los tráficos, como en el uso de recursos de redes ajenas y en la protección de diversos derechos fundamentales de las personas, cuya interpretación cambiante abre nuevas posibilidades para que la UE se erija en el espacio tecnológicamente más libre, seguro y eficiente del planeta.

Alberto Horcajo es cofundador de Red-Colmena

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