
Los proveedores de Apple tienen previsto comenzar a ensamblar un nuevo iPhone de bajo coste en febrero, dijeron personas familiarizadas con el plan a Bloomberg, en un intento de la compañía de hacerse con un abanico más amplio del mercado mundial de teléfonos inteligentes ante la introducción de sus dispositivos 5G posteriormente este año.
Se espera que la compañía, con sede en Cupertino, California, presente oficialmente el nuevo teléfono a principios de marzo, dijo una persona familiarizada con los planes. Las operaciones de ensamblado para el nuevo teléfono se dividirán entre Hon Hai Precision Industry, Pegatron y Wistron, agregaron las fuentes.
Este será el primer modelo de iPhone de menor coste desde la venta del iPhone SE. Tendrá un aspecto similar al iPhone 8 de 2017 e incluirá una pantalla de 4,7 pulgadas, según informó Bloomberg News previamente. El iPhone 8 todavía está en el mercado y actualmente se vende a un precio de 449 dólares, mientras que Apple vendió el iPhone SE por 399 dólares cuando el teléfono se introdujo en 2016.
Se espera que el nuevo móvil tenga Touch ID integrado en el botón de inicio, reutilizando la tecnología ya establecida de Apple en lugar de optar por un sensor de huellas digitales en la pantalla como la mayoría de los competidores modernos de Android. El dispositivo no incluirá la autentificación biométrica Face ID de Apple, pero contará con el mismo procesador que el dispositivo estrella actual de Apple, el iPhone 11.
Los consumidores han mostrado apetito por los iPhones más asequibles de Apple, entre ellos el iPhone 11 más reciente, cuyo precio inicial era 50 dólares más bajo que el precio típico de Apple. Ante la fuerte demanda de iPhones, Apple ha pedido a Taiwan Semiconductor Manufacturing que fabrique más procesadores en el trimestre actual, según dos personas familiarizadas con el asunto.
Una opción más barata podría ayudar a Apple a competir mejor en los mercados de teléfonos emergentes de precios más competitivos y de rápido crecimiento, particularmente en la India. Los iPhones siguen teniendo dificultades para su venta en el país, que está invadido por rivales Android de precios muy competitivos a menos de 200 dólares. No obstante, Apple ha mostrado la voluntad de hacerse un hueco en el mercado y está considerando tiendas Apple dentro de sus fronteras.
El gigante tecnológico estadounidense espera que los envíos de dispositivos vuelvan a crecer este año, y se ha fijado el objetivo de enviar más de 200 millones de unidades en 2020. El sucesor del iPhone SE ocupará un papel importante en esa ambición.